Por L. Aravena y E. Briceño
Pink Milk: sonido rosa
En 2001, las tres compañeras de Teatro de la UC, Gabriela Aguilera, Gala Fernández (que luego reemplazó Daniela Lhorente) y Elvira López (en la foto), empezaron a experimentar con el canto y a interpretar como hobbie un repertorio que iba desde el gospel al bolero. De forma natural fueron derivando hacia el estilo propio de los tríos vocales femeninos norteamericanos de los 40 y 50, y empezaron a dar conciertos. La actriz y cantante Elvira López (41) recuerda los inicios de la agrupación y habla de los proyectos de Pink Milk y de los propios.
—¿De dónde salió el nombre del grupo?
—En una de nuestras primeras tocatas, en espacio Arte Matta, nos bautizaron así. Andábamos las tres con unas poleras rosadas y un espectador medio curadito dijo: ‘Pero si son pink, como pink milk’.
—¿Cuándo es su próxima actuación en vivo?
—El 8 de enero vamos a repetir el show Rebeldía rosa, que presentamos en el Teatro UC en septiembre, en el Festival de Teatro de Quilicura. Y también en el verano, estaremos acompañando a la banda De Perillas en algunos de sus conciertos. Además, a fin de mes vamos a grabar una canción para su nuevo álbum, que es una versión de Que nadie sepa mi sufrir, un vals peruano de Angel Cabral.
—¿Algún proyecto musical propio?
—A mediados de 2017 voy a publicar mi segundo disco, Loica. Es bien pop, melodramático, pasional y con muchos arreglos vocales en los que me ayudó Javier Barría. Este mes se podrá escuchar uno de los singles, que se llama Bandada roja. Es una canción misteriosa, que habla de una especie de amor a distancia.
—¿Y en teatro?
—Hace una semana, en el Teatro del Puente estrené dos obras que siguen en cartelera: Momento y Variación, ambas de Angelo Solari, un compositor y director chileno que está haciendo teatro musical con bastante éxito en Europa y Australia. Las dos obras tienen música en vivo y se dan una a continuación de la otra.
Canvas en Franklin
Desde julio de este año que en el local 71 del Galpón 4, en plena calle Víctor Manuel, hay un espacio que vende canvas hechos con impresiones digitales. Se llama Mbstudio.cl, y aunque tiene sus propias creaciones -con imágenes rockeras, de películas y reproducciones de arte- también hacen a pedido. Lo mejor es que la impresión es sobre tela de algodón y no plástica, lo que le da mejor resolución a la fotografía. Se hacen en diferentes formatos (80×60, 50×50 y también gigantografías) y todos terminados con enmarcaciones de madera gruesas. Están prontos a cambiarse de ubicación, pero lo avisarán por Facebook.
El batido ochentero de Lastarria
En 2011 se instaló en la esquina de Monjitas con Mosqueto la Heladería Mo, que tiene una variedad de 50 sabores de helados, que van cambiando según la estación. Ahora, en época de berries, hay helados de frutilla, arándano y frambuesa, para armar esa exquisita preparación que llegó de EE.UU. a Chile en plena época de los 80: los milkshakes. Ahí, en Mo, los hacen sólo con leche y helados y los 500 cc cuestan $ 2.600. Se pueden combinar, incluso, dos sabores, como el de banana split con frutilla. Siéntese en una de las pocas pero agradables mesas de la terraza, que están cubiertas con toldos.
Donde: Monjitas 484
Teléfono: 226382711.
Arte en Taller Casa Rosada
Las artistas Olivia Allamand, Nieves Mac-Auliffe, Macarena Illanes y María Isabel Ringeling abrirán las puertas de su taller el 3 de diciembre, entre las 11 AM y las 10 PM, para mostrar sus obras más recientes. Mientras Allamand estará exhibiendo las diferentes técnicas que ha estado explorando desde hace un año -como grabados digitales, serigrafía, acuarelas y acrílicos-, Mac-Auliffe mostrará una serie de montajes hechos con fotografías de floreros con fondos de colores e intervenidos con papeles orgánicos, masking tape y serigrafía. El de la foto cuesta $ 220.000.
Donde: Melchor Concha y Toro 12.
Precios: Desde $ 40.000.