Por Evelyn Briceño
El 20 de julio, la actriz estrenará, en el Teatro Camino, Mi abuelo Horacio, que escribió y dirige. Entre ensayo y ensayo, ella come sano en La Fraternal, escucha los ritmos africanos de Youssou N’Dour y se junta con amigos en un bar de la Comunidad Ecológica.
—Un buen dato de Peñalolén, cerca de donde vives.
—“El Kahuin, un restobar bien alternativo, donde hacen traguitos deliciosos y comida chilena, y ofrecen música en vivo maravillosa (Av. Antupirén 9301). Ahí tocan a veces Inti Illimani, Carmen Prieto y sus boleros, Alexis Venegas y muchos otros excelentes músicos”.
—¿Dónde comer rico, pero sano?
—“En La Fraternal (Av. Holanda 3362). Tiene menús exquisitos y baratos. Ahí hay un tártaro de betarraga espléndido y unos tallarines de zapallo italiano con pesto para morir. Además, venden helados caseros muy ricos, ghee (mantequilla clarificada) y otros productos naturales”.
—¿Los postres más ricos que has probado?
—“Los de la pastelería Mozart (Av. Pedro de Valdivia 3059). El kuchen de frutillas de ahí es mi perdición y la de mi hijo Tomás”.
—¿Dónde arrancarse unos días en estas vacaciones?
—“Sin dudas, a Isla Negra. La casa de Pablo Neruda es de una belleza que siempre quiero repetirme”.
—Un centro de terapias alternativas al que hay que ir.
—“El de Martita Rivera (tel. 222015838). Es un espacio lleno de amor, con medicina china que te mejora el cuerpo y el alma. Ahí encuentras silencio, fragancias, campanas tibetanas, masajes, pero sobre todo, impecabilidad y contención”.
—¿Y música para este fin de semana?
—“La africana, que me conecta con mis orígenes y los de la humanidad. Inspiración absoluta. ¿Músicos? Mis favoritos son Youssou N’Dour, Salif Keita y Watoto” (en Spotify).
—¿El libro del mes?
—“Estoy leyendo El país de la canela, del colombiano William Ospina. Removedor, tremendo. Te invita -como hizo en su tiempo García Márquez- a comprender América Latina en su riqueza, misterio y complejidades. Escrito en un lenguaje sugerente y bello, nos lleva por un viaje donde confluyen la magia, la política, las corrientes sociales y la espiritualidad” (en antartica.cl).