Con 6 años funcionando, la Casa de los Oficios –que ahora tiene un nuevo espacio en una linda casona antigua de calle Miguel Claro– están con más de 90 talleres mensuales, todos orientados a promover los oficios manuales.
Y entre ellos se cuenta el oficio preparar ricas recetas, de fabricar artesanías y hasta elaborar muebles.
Además, se sumó otro como el de gestión de negocios, que aunque a simple vista no se topa con manualidades, tiene más que ver con lo que es necesario aprender si alguien se lanza su propia empresa con lo aprendido.
Todavía quedan algunos para marzo y hay más en abril (ve esta está página), pero los tienes que tomar luego si te interesan porque los cupos se acaban rápidamente los cupos, sobre todo los culinarios.
Los tops de tops
Fue en 2013, cuando la diseñadora Teresa Díaz trajo la idea de levantar una casa que enseñara oficios para ir en rescate de ellos. Para que no se perdieran ni se los comieran los tiempos modernos.
Había visto la idea el Londres, con espacios donde se enseñaban costuras de ropa, zapatería, maletería y serigrafía, entre otros, y se trajo esa iniciativa para acá.
La replicó acá en una casona que estaba cerca de José Manuel Infante, con sólo siete talleres y de a poco fue sumando más.
Un exitazo fue el de taller masa madre, porque los que habían escuchado de esta forma de hacer pan sabían que era como el pan de antaño, ese más sano, sin ingredientes artificiales.
Pero luego vinieron otros que también llamaron la atención, pues todos tenían como denominador común el “fermento”, que son los alimentos que mejor le hacen al organismo, porque la base es la descomposición virtuosa de los alimentos.
Como imán actúan los talleres de ramen, el de comida callejera coreana, pero sobre todo el de quesos artesanales, del pan de masa madre y el de encurtidos.
Los exquisitos quesos de Camila Moreno
Las integrantes del Colectivo Fermento -el proyecto culinario de tres socias, Camila Moreno, Carolina Contreras, y María José Azócar, promotoras de comer alimentos no procesados- partieron ya hace un tiempo en la Casa de los Oficios.
Y lo hicieron con sus talleres de quesos, que es un alimento que en su elaboración implica procesos de fermentación, de la leche y de la mezcla.
La gracia del taller que se hace en seis clases es aprender a hacer quesos de alta calidad como el cheddar, el manchego, el stilton, la mozzarella y el camembert entre otros.
El próximo ciclo parte el 1 de abril y termina el 6 de mayo, siendo siempre los lunes durante tres horas: de 7 PM a 10 PM.
¿El precio? $ 280.000 e incluye todos los materiales y las instrucciones de las mejores del momento en materia de quesos, entre ellas, Camila Moreno, la talentosa chef que después de estudiar gastronomía acá, siguió en Nueva York, donde se especializó en el arte de la charcutería con el maestro Jeffrey Butler.
La codiciada madre madre
Es el maestro panadero Javier Bonefont -el dueño de la panadería La Indomable, que está en en Eduardo Castillo Velasco- el que hace este taller que enseñan el arte de hacer pan con una masa que fermenta gracias a las bacterias naturales.
Estas se “comen” el trigo en forma natural, los descompone y da como resultado un pan que es más digerible, no como el que resulta del que se hace con levaduras de efecto rápido.
El proceso es lento, pues hay que dejar reposar la masa y estar cultivándola siempre como el yogur de pajaritos, pero lo que sacarán de las clases prácticas es baguette y hogazas de trigo.
El próximo curso parte el 18 de abril y dura hasta el 2 de mayo, siendo siempre las clases los jueves, entre las 6.30 PM y 9.30 PM.
En tanto, el la Casa de los Oficios adelantan que el próximo ciclo de panadería será en la mañana, pues hay muchos panaderos que quieren aprender y que necesitan que sea muy temprano.
Pickles encurtidos
No es que sean pepinillos los que enseñen a poner en conserva con vinagre en este curso, sino que se le llama pickles a todos los tipos de conservas con vegetales.
Y este taller lo imparte ni más ni menos que la dueña de la línea By María, Manuela Iribarren, que enseñará esta técnica que existe desde siempre, porque a los antepasados se les ocurrió la brillante idea de conservar verduras y/o frutas en soluciones salinas o vinagres para que duraran más tiempo.
En el curso, Iribarren enseñará a encurtir todo tipo de vegetales, como berenjenas, rabanitos y hasta frutas como piña.
Ya se hizo una clase, pero quedan tres más, siendo la próxima el 2 de abril, de 6.30 PM a 9 PM ($ 42.000).
