En los años 90, entre 1990 y 1996, la revista Weekly Shōnen Jump publicó Slam dunk, el manga creado por Takehiko Inoue que conquistaría a los lectores de viñetas del mundo.

El que es considerado uno de los cómics japoneses sobre deporte más importantes, que acercó a los nipones al básquetbol y se convirtió en la séptima serie de manga más vendida de la historia.

Sin olvidar que además inspiró el anime homónimo producido por Toei Animation, tan popular como la historieta que lo alentó, y a The first slam dunk, la cinta animada que llega a salas nacionales.

La cual desde el 3 de agosto podrá verse en los complejos de Cinehoyts, Cinemark y Cineplanet, en versiones dobladas y en idioma original, con entradas ya en preventa en sus sitios web.

Lo que permitirá conocer la película que debutó en Japón en diciembre, transformándose en una de las más vistas del 2022 en ese país, algo que también ocurrió tras su estreno en Corea del Sur.

El nuevo desafío del equipo de Shohoku

Una cinta con que los fans pueden reencontrarse con los personajes de Inoue, teniendo al artista como guionista y director en su debut en la realización fílmica tras consolidarse como mangaka.

Para lo que decidió revisitar al equipo del básquetbol de la secundaria Shohoku con un giro, ya que ahora el foco de la narración no está puesto en el protagonista del manga, Hanamichi Sakuragi.

Sino que en Ryota Miyagi, el “velocista” y base armador de Shohoku, mostrando su experiencia en el equipo, en especial cuando deben enfrentar a los campeones interescolares de baloncesto.

En una trama que revela cómo Ryota, que nació y se crió en Okinawa, se hizo fanático de este deporte nacido en EE.UU. inspirado por su hermano mayor, quien fue un famoso jugador local.

Y cómo bajo la guía del entrenador Mitsuyoshi Anzai y junto a Sakuragi, Takenori Akagi, Hisashi Mitsui y Kaede Rukawa, enfrenta a la Preparatoria Sannoh Kogyo en el campeonato nacional.

Mayores detalles sobre horarios de funciones y valores de las entradas se pueden conocer en las páginas web de los complejos cinematográficos o presencialmente en sus boleterías.