Tal como el Marché aux puces, con sus 3.000 puestos al norte de París, o el Portobello Road Market, del barrio londinense de Notting Hill, recorrer los mercadillos de Santiago, esos donde se encuentran antigüedades a mitad de precio y ropa usada de moda, es un panorama para los que gozan escarbando puestos. Aquí, una sugerencia acerca de en cuáles poner los ojos.

Las antigüedades, los libros usados y los repuestos para electrodomésticos, los vinilos y artículos de colección, no están sólo en el Persa Biobío. En Santiago hay decenas de ferias que tienen un espíritu parecido al de los famosos mercadillos internacionales, como el londinense Covent Garden Market y el Brooklyn Flea, pero con un ambiente 100% local. Se instalan los fines de semana al lado de las ferias libres de frutas y verduras, y aunque a simple vista todos los puestos parecen cachureos, si se busca y hurguetea, se encuentran objetos interesantes para decorar la casa, juguetes antiguos en buen estado, antigüedades como lámparas y radios antiguas que aún funcionan y que sirven como objetos de diseño. ¿Lo mejor? Todo a precios aún más convenientes que en Franklin.

Las recomendaciones, eso sí, son las de siempre cada vez que se está entre aglomeraciones: ir sin ropa llamativa y accesorios de valor, con efectivo y paciencia.

Persa San Bernardo

Imagine uno como el de Biobío, pero en una sola calle en vez de pasajes y galpones. En la Av. Calderón de la Barca, entre Los Morros y Gran Avenida (paradero 40 de San Bernardo), se instalan 1.250 puestos que ofrecen desde útiles escolares hasta muebles, entre las 10 AM y las 9 PM. Entremedio hay puestos de frutas y verduras, pero son los menos. Son seis cuadras que cada sábado, domingo y festivos atraen no sólo a los habitantes de la comuna, sino a gente de Las Condes, Vitacura, San Miguel y Santiago.

Concurrido es el puesto 934, de Joaquín Díaz, conocido como “Don Control”: tiene todo tipo de controles remoto que suelen perderse en la casa. Vende aparatos nuevos y usados de todas las marcas (desde $ 2.000), y también repara otros en mal estado. la oferta de Guillermo Díaz es similar, pero con las jugueras. En el puesto 822 las vende y las repara, además de ofrecer repuestos como gomitas y vasos de vidrio bien específicos que se quiebran y no se pueden reemplazar por uno universal ($ 8.000).

A la hora de almuerzo, casi al frente del puesto de Díaz, la señora Ximena prepara lomitos a la plancha con papas fritas caseras. Valen $ 3.000 con bebida incluida, y si tiene pensado seguir “cachureando” toda la tarde, puede sentarse en las mesas que tiene ahí.

¿Un puesto llamativo? El de don Luis Campos, el 1117, una micro adaptada como una ferretería móvil que ofrece desde monomandos para la ducha y tina ($ 18.000) hasta cepillos para antiguas enceradoras ($ 4.500 el juego de tres). Otro imperdible es el local 902, donde José Tobar y su esposa venden antigüedades que les suelen comprar locatarios del Persa Biobío. Tienen fuentes de plata y candelabros, pero las que más salen son las planchas a carbón ($ 9.000) y las llaves antiguas de portones de campo ($ 1.000).

Si es amante de los frutos secos, no deje de pasar por el local 410, donde hay maní confitado con cientos e impensados sabores, como menta, arándanos y merquén. Pruebe el que tiene sabor a Coca-Cola, sorprendentemente rico ($ 500 los 120 g).

DONDE: Calderón de la Barca, entre Los Morros y Gran Avenida (alt. paradero 40)
HORARIO: Sá., do. y festivos, 10 AM a 9 PM
EST.: En calles aledañas, con propina.

Feria José Arrieta, Peñalolén

Se instala todos los jueves y domingos en Av. José Arrieta, entre Tobalaba e Ictinos, y es conocida por sus puestos de frutas, pero también por los fardos de ropa americana que esconden pequeñas joyas si se “bucea” bien. Si es su día, puede encontrar hasta pañuelos Hermès.

Esta feria tiene, además, una arista gourmet que pasa inadvertida, pero que vale la pena aprovechar. En la Calle 134 esquina Diego Rojas, frente a la “plaza de los universitarios”, está el puesto de Ivonne. Lo suyo son las mermeladas caseras, las Oma Marmaladen, que vienen en todos los tamaños y sabores posibles: alcayota, chocolate-frutos rojos-nuez, piña, y naranja-coco (entre los $ 1.700 los 170 g y $ 7.000 los 1,5 kg). Lo bueno es que ella le da a probar. Y no es todo, porque Ivonne vende también pepinillos agridulces en conserva, hechos según receta alemana ($ 3.500 el frasco de 450 g), y sal de mar especiada con finas hierbas o merquén ($ 1.700). Llegue temprano, porque a las 3 PM casi no le quedan productos.

En el local 15 -casi en la esquina de Arrieta con Ictinos-, José Miguel Alvarez vende miel orgánica ($ 3.700 el kilo; $ 2.500 los 500 g) y productos derivados de la apicultura. Entre ellos destacan los champús y bálsamos ($ 2.300 c/u), los jabones hidratantes de miel y almendras ($ 2.000) y la crema cicatrizante de propóleo ($ 4.000 los 30 g). La jalea real, sustancia alta en nutrientes con la que se alimentan las abejas reinas, la vende a pedido ($ 12.000 los 10 g).

Subiendo por Arrieta hacia Tobalaba, frente al colegio José Arrieta N° 712, Mónica Reyes vende artículos de repostería en el puesto 144. Tiene clientas fieles que llegan mensualmente desde Las Condes, La Reina y Providencia, porque, según Reyes, ella vende “los mismos productos que en sus comunas, a menos de la mitad del precio”.

Las bandejas para cupcakes de tres niveles, por ejemplo, cuestan $ 2.000, lo mismo que los moldes de silicona para hornearlos. También tiene hojas de textura floral, que se usan para moldear el fondant (la capa decorativa de las tortas) a $ 3.000, y aunque hay herramientas para expertos, como rodillos para hacer cintas de regalo comestibles, basta un vitrineo en el stand de Reyes para sentir que cualquiera puede, al menos, intentar con la repostería.

DONDE: Av. José Arrieta, entre Tobalaba y Diego Rojas
HORARIO: Ju. y do., 7 AM a 3.30 PM
EST.: En la platabanda de José Arrieta y calles aledañas, con propina.

Feria libre Av. Grecia, Peñalolén

Si fueran equipos de fútbol, las ferias de Arrieta y Grecia serían como Colo Colo y Universidad de Chile. Un bando dice que las verdaderas “joyitas” se encuentran el domingo en Arrieta, y el otro, que ahí está lo que los locatarios no vendieron en Grecia el sábado. Uno de los hinchas de esta feria es Marcelo Hurtado, quien diseña, fabrica y vende carteras y cinturones de cuero desde hace 10 años. Lo encuentra todos los sábados en la entrada de la Calle 90, justo detrás del Tottus de Av. Grecia con Tobalaba. Tiene carteras nuevas, hippies y minimalistas ($ 7.000) y usadas (desde $ 3.000), además de cinturones ($ 4.000).

Bajando por la calle Laura Rodríguez, a mitad de cuadra entre Calle 90 y Andrea López, a mano derecha está el puesto de Marcelo, un señor que vende de todo un poco, pero que siempre tiene revistas Life en español de los años 60 y 70 ($ 200 c/u). La mayoría está en buen estado, y tienen títulos como La nueva generación rusa: una juventud vibrante frente al poder constituido. Para capear el calor pregunte por Kell; lo encontrará en la intersección de Laura Rodríguez y Andrea López. Ahí se instala a las 11 AM con un cooler lleno de cervezas importadas. Vende dos latas por $ 1.000 y se puede elegir entre las alemanas Darguner Pilsener y Wolters y la danesa Faxe.

Si prefiere algo más natural, doblando a la derecha en Andrea López verá de lejos el toldo azul del stand de jugos de la señora Flor. La corriente para las jugueras la saca de su propia casa, atrás del puesto, y los vasos de medio litro cuestan $ 700 ($ 1.000 si los quiere con leche). Pueden mezclarse piñas, frutillas, plátanos, manzanas y naranjas, y puede pedirlos con azúcar o endulzante y leche entera o semidescremada.

Pocos metros más allá, por Andrea López hacia José Arrieta, está Juan Francisco Suárez. El, su van blanca y sus libros. Suárez abastece a varios libreros de San Diego con tomos de tapas duras, letras doradas en el lomo y ediciones de principios del siglo XX, como la de La Masonería ante el Congreso (Política Republicana), que se publicó en 1917 y cuesta $ 4.000.

Aunque abundan libros de política –como algunos ejemplares de la desaparecida editorial Quimantú–, Suárez tiene una amplia colección de textos de arte; libros de consulta de sicología y ciencias, novelas (hay una edición de La Quintrala de 1949, $ 3.500) y libros de Pilar Sordo ($ 2.500 c/u).

Si le gustan más los mapas, dígaselo a Suárez: tiene la colección completa de los de la enciclopedia Historia de Chile, de Francisco Encina y Leopoldo Castedo. Son 24 láminas perfectamente plegadas y cuidadas ($ 8.000).

DONDE: Av. Grecia, entre Calle 90 y Molineros
HORARIO: Sá., 8 AM a 4 PM
EST.: En Grecia y calles aledañas, con propina.

Feria La Castrina, San Joaquín

Abarca unas 20 cuadras, desde Av. Santa Rosa hacia el sur, bordeando el Parque La Castrina. Entre sus imperdibles se cuentan los jugos naturales de Hugo y Alina ($ 800 el 1/2 litro con frutas nacionales; $ 1.200 con algunas tropicales, como lulo, mango, lúcuma y guanábana). Además, se les puede agregar jengibre, albahaca, menta y aloe vera para hacerlos más refrescantes y nutritivos. Queda en Sebastopol, dos cuadras al sur desde Santa Rosa.

En la calle Pintor Murillo, casi esquina Aquiles, Rubén Martínez tiene casetes de cinta, que vende en $ 500. Destacan la banda sonora de Twin Peaks, y álbumes de Bananarama y New Kids On the Block.

Alejandro Contreras vive justo en la intersección de Aquiles y Pintor Murillo, y desde hace 10 años ofrece almuerzos en unos mesones que instala en el patio de su casa y la vereda. Tiene mariscales fríos ($ 1.000 el pote), contundentes pailas marinas ($ 3.000) y un estupendo pescado frito con ensalada chilena ($ 2.500). Acá es donde almuerzan casi todos los feriantes, y es en sus propios locales donde Contreras se abastece de productos frescos.

Sin embargo, el secreto mejor guardado de este persa al aire libre son los sándwiches gourmet de Leonardo e Itzier, una pareja de recién casados que se instala desde hace seis meses en un carrito rojo en la mitad de la calle Pedro Sarmiento, al costado oriente del Parque La Castrina. Los sándwiches pueden ser de pulpa de cerdo, pavo borracho (cocido en pipeño) o unas deliciosas mejillas de vacuno a la cacerola, más cebolla caramelizada, mozzarella, choclo y salsa de ajos asados. Se puede elegir entre tres tipos de panes (baguette, ciabatta o fugazza) y los precios varían entre los $ 1.000 y $ 2.000. Para acompañar los sándwiches venden té helado con jengibre o cedrón, a $ 500 el vaso.

DONDE: Calle Sebastopol, entre Santa Rosa y el Parque La Castrina
HORARIO: Ma. y sá., de 7.30 AM a 4 PM
EST.: Gratis, en calles aledañas.

Persa Teniente Cruz, Pudahuel

A sólo tres cuadras del Metro Pudahuel, caminando hacia el norte por calle Teniente Cruz, todos los jueves y los fines de semana se pone una extensa feria en la que hay desde accesorios para vehículos hasta comida para perros a granel, antigüedades y muebles. La recomendación es recorrer el perímetro de Teniente Cruz, Ricardo Vial, San Francisco y Mar Caribe sin una ruta determinada. En San Francisco, en el local 440, se encontrará con la colección completa de los Transformers (entre $ 5.000 y $ 45.000), famosos en los 80.

Fuera del circuito, por las calles Luis Coronel Caamaño, Quebec, Lago Salado y Lago Ontario, se instalan los “coleros” (vendedores sin patente). Aunque nunca se puede estar seguro de encontrárselos por segunda vez, tienen cosas como radios y cámaras fotográficas de hace más de 50 años (entre $ 5.000 y $ 50.000). Puede recorrer el sector tranquilo, porque Carabineros está haciendo siempre patrullajes.

Si se trata de comer, a la altura de la mitad de la feria, en el pasillo pegado a la calle Mar Caribe, está el local L, del Pelao, el Rey del Lomito, con 12 mesas para sentarse a disfrutar de unas empanadas fritas ($ 1.000), churrascos (desde $ 2.500) y completos ($ 700).

Si prefiere algo más casero, en el Lili Marlén (local H) hay un menú de almuerzo: elija entre pastel de choclo, cocimiento y pollo o carne con agregado ($ 3.500). Y si tiene sed, un imperdible es Benjita, Fuente de Soda (local 306), que ofrece jugos naturales ($ 1.000) y con leche ($ 1.200). Hay 36 sabores y todas las combinaciones de fruta son posibles.

DONDE: Teniente Cruz, entre Los Morros y Gran Avenida
HORARIO: Ju., 9 AM a 2 PM. Sá., do. y festivos, 11 AM a 8 PM
EST.: Por calle Teniente Cruz, con propina.