Con un carrera de ya casi tres décadas, Wes Anderson se ha consolidado como uno de los directores más distinguibles y menos comparables de la cinematografía reciente de EE.UU. y el mundo.
A lo largo de la cual ha realizado más de una decena de largometrajes que se mueven por situaciones absurdas, familias disfuncionales y personajes que se ubican entre la genialidad y la irreverencia.
Sin olvidar el elemento clave de sus creaciones: su particular estilo visual, de colores entre el pastel y la saturación, encuadres milimétricamente calculados, miniaturas y una estética con tintes retro.
Los mismos ingredientes que son parte de los cuatro cortometrajes con que el director de Vida acuática y Los excéntricos Tenenbaum debutó en Netflix, todos inspirados en la obra de Roald Dahl.
El autor inglés que comparte con el cineasta la singularidad de los universos y situaciones de su imaginación, que también es esencial en sus historias que Anderson adaptó para el streaming.
La maravillosa historia de Henry Sugar
Luego de haber llevado a la pantalla su novela Fantastic Mr Fox, bajo el título de El fantástico Sr. Zorro, Anderson inaugura su reencuentro con Dahl con este corto de 39 minutos.
Para el que toma como inspiración el cuento del autor de 1977 que muestra la historia de un millonario de 41 años, que cambia su vida tras hallar un libro con una historia inusual.
El que se llama Henry Sugar (Benedict Cumberbatch) y no ha trabajado nunca en su vida, como lo explica el mismo escritor al inicio del relato, en la encarnación que hace de él Ralph Fiennes.
Pero algo lo motiva: mantener su riqueza, lo que efectúa apostando en las cartas. Una ocupación que busca reforzar con la técnica que descubre en el libro del Dr. Chatterjee (Dev Patel).
La cual permite ver sin los ojos y se convierte en la obsesión de Sugar, y en el motor del corto que combina a la perfección la fantástica visualidad de Anderson con la calidez del cuento de Dahl.
El cisne
Del mismo volumen en que se encuentra la inspiración del corto anterior, llamado Historias extraordinarias (1977), proviene el relato en que se basa la segunda cinta para Netflix de Anderson.
La que en sus reducidos 17 minutos de duración lleva a imágenes, con su particular mirada, la conmovedora historia de un niño que es intimidado por dos adolescentes de su misma localidad.
Una mirada al bullying que Dahl escribió en octubre de 1976, basándose en un hecho real que apareció como noticia en un periódico, que recortó y guardó en su “libreta de ideas” por 30 años.
Donde Rupert Friend se convierte en el narrador de la oscura vivencia de Peter Watson (Asa Jennings), un niño de 13 años, frágil y educado, que se convierte en víctima de Ernie y Raymond.
Los amigos que una mañana de sábado de mayo, cuando los castaños están en flor, salen a probar el rifle que recibió el primero por su cumpleaños, haciendo de Peter objeto de su crueldad.
El desratizador
Muchos de los actores que son parte de las anteriores piezas de Wes Anderson, inspiradas en la obra de Roald Dahl, se repiten en el cortometraje de poco más de un cuarto de hora.
Entre ellos Ralph Fiennes (El menú), el encargado de interpretar aquí nuevamente al autor británico, como también al singular protagonista de su narración: El Hombre Rata.
Un experto en la caza de roedores que guía la cinta marcada por la ironía, la teatralidad y la animación, que son parte habitual de los trabajos anteriores del cineasta estadounidense.
Los que acá sirven para reforzar la historia que es relatada por el reportero (Richard Ayoade) del periódico Noticias del Día que es testigo de la llegada del desratizador.
Cuando demuestra su conocimiento sobre los roedores, y cómo deshacerse de ellos, a él y al mecánico local Claud (Rupert Friend), teniendo como arma avena con el tóxico más mortal.
Veneno
Para cerrar su cuarteto de obras inspiradas en las imaginativas narraciones de Dahl, Anderson ofrece su versión del cuento que el literato comenzó a escribir en 1950.
A cuyo personaje principal bautizó Woods en honor a su compañero del escuadrón 80 de la Real Fuerza Aérea -donde el escritor fue aviador-, que murió en la Batalla de Atenas (1941).
El Woods encarnado por Dev Patel que se convierte en el encargado de narrar la tensa trama que se sitúa en la casa que él comparte con Harry Pope (Benedict Cumberbatch).
Cuando la calurosa noche en que llega a descansar descubre a Harry en su cuarto, tendido sin moverse sobre su cama, tapado con una sábana y pidiendo ayuda con voz casi ininteligible.
Ya que una serpiente krait, una de las más venenosas, duerme en su vientre, pero no lo ha mordido aún, por lo que llaman al Dr. Ganderbai (Ben Kingsley) con inesperadas consecuencias.