Por Darío Zambra.

A comienzos de los 90, Nicanor Parra y el grupo Congreso recibieron un encargo de la Unicef: crear un disco inspirado en la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Ese fue el origen de Pichanga, profecías a falta de ecuaciones, el álbum de 1992 con letras de Parra y música de la emblemática banda chilena.

Trece canciones sobre la infancia que en noviembre del año pasado, para celebrar el centenario del antipoeta, Congreso rescató y presentó en un concierto único en el Teatro Municipal de Santiago, llamado Parra 100pre. Esa vez, pocos los vieron, y si es uno de los que quedaron fuera, esta noche tiene una nueva oportunidad para disfrutarlo, ahora en el teatro central de Matucana 100.

Vaya con la mente bien abierta, porque lo que presenciará no es un concierto corriente. Mientras Congreso vuelve a tocar esas canciones, sobre el escenario pasarán muchas otras cosas: se verán proyecciones y muñecos bailando y hasta se escuchará -grabada eso sí- la voz de Parra. En este espectáculo musical, los antipoemas cantados se acompañan de los muñecos de Viajeinmóvil, la compañía de Jaime Lorca, el ex fundador de la Compañía La Troppa.

Y las increíbles proyecciones de fondo están a cargo de Pulóver Mágico. Serán más de 40 minutos de momentos memorables, como ese en que una robusta señora se pone a entonar una cueca sobre los derechos de los niños.

Cuando termine el espectáculo, no se pare de su asiento, porque hay una segunda parte, con Congreso interpretando -ahora sí de manera habitual- temas de su extenso repertorio, donde el folclor chileno se da la mano con ritmos de toda América Latina.