Fue hace casi dos décadas que el premio nacional de Artes de la Representación 2011, Juan Radrigán, escribió Fantasmas borrachos. Esa historia de dos amantes muertos que se encuentran en un bar en el limbo se llevó a las tablas apenas un par de veces. Pero el año pasado, la obra fue rescatada del olvido y regresó convertida en una cantata, ese género donde la poesía se junta con la música cantada a varias voces.

A la sala A1 del GAM, Fantasmas borrachos en concierto volvió la semana pasada y este es el último finde para verla ahí. Reserve su ticket, porque es de los mejores espectáculos que se pueden disfrutar por estos días en Santiago.

El cantautor Fernando Milagros y la cantante Annie Murath (que hace un par de años hizo de Edith Piaf en un musical) encarnan a Ramiro y a María de las Pasiones, los amantes que después de muertos se vuelven a ver en un bar en un lugar que parece ser el limbo. Lo atractivo es que sus recuerdos de amor y desamor, sus reproches y sus penas las cuentan con canciones que Radrigán escribió especialmente para este espectáculo.

Sobre el escenario, estos cantantes no están solos. La narración entre una canción y otra corre por cuenta de Francisco Melo y, además, participa el destacado actor y director teatral Fernando González. A todos los acompaña un cuarteto de cuerdas y un percusionista y juntos interpretan piezas a medio camino entre la música clásica y el pop. Su autora es la cellista Angela Acuña, quien ha compuesto canciones para Nicole y que ha colaborado con Los Bunkers y Javiera Parra.

Una hora dura este concierto embriagador, con canciones estremecedoras, como No sé lo que es el amor, donde Milagros suelta: “María, te esperé toda la vida, sufrí como un animal por ti”. Para cortarse las venas.

Vea a continuación extractos del concierto: