Por Darío Zambra. 

Escuchar música en vivo no es un panorama que la mayoría acostumbre a hacer los domingos antes de almuerzo. Pero en el Teatro Municipal de Santiago eso sí es posible. Desde hace tres años, ahí se organizan los Domingos Musicales, un ciclo de conciertos gratuitos que una vez al mes se toma la Sala La Capilla, ese espacio donde antes funcionaba el café Tavelli. La temporada de este año contempla seis presentaciones de aquí a diciembre, en las que se repasarán diferentes períodos de la música.

El primero, el de este domingo, es ad hoc para las vacaciones, porque está pensado para que sus hijos se entusiasmen con la música clásica. De ahí el nombre del concierto, Amadé, que es el apodo que tenía Mozart cuando era niño. Lleguen puntuales, a las 12 PM, para que no se pierdan ningún momento de esta actividad muy interactiva y didáctica.

Ahí, mientras el Ensamble Filarmónico del Municipal interpreta obras de compositores como Bach, Vivaldi, Haydn y, por supuesto, Mozart, los niños escucharán cuentos sobre estas piezas, conocerán de cerca instrumentos como el contrabajo y el clarinete, y podrán tocar unos pequeños violines. También, habrá una presentación sorpresa. “Será como un cuento de hadas”, adelanta Katharina Paslawski, quien ese día estará tocando el violoncello.

Disfrutar de este concierto no requiere inscripción previa ni retiro de invitaciones. Solamente, llegar a la sala, a la que se ingresa por Tenderini, unos 20 minutos antes, para que sus hijos se aseguren un lugar desde donde apreciar de cerca el virtuosismo de los instrumentistas.