Ni el cierre de cafés emblemáticos, como el Santos, ni el ajetreo de la vida actual, que le quita minutos a la once en familia, han terminado con la tradición de llevar a los niños a disfrutar de esta tentadora copa. Un clásico que ahora se toma en las nuevas heladerías de Santiago. 

Por Evelyn Briceño.

Cuando los mayores de 40 o 45 años recuerdan su infancia y hablan de la hora del té, no sólo nombran las tostadas con palta o con manjar de tarro, el té con canela y los queques caseros. Lo más probable es que también mencionen esas veces en que sus papás, o abuelos, los llevaron a tomar un café helado a lugares tan icónicos como los cafés Santos y Paula, en el centro, el Tavelli de Providencia o el Cory, en Ñuñoa. Era una ocasión especial y hasta sacaban su ropa más linda para lucirse en el local y disfrutar esa bebida hecha con leche, café, una o dos bolas de helado -generalmente de bocado o vainilla- y un toque de crema chantilly arriba.

En las últimas décadas, la tradición decayó, pero hoy, con el surgimiento de más heladerías artesanales en diferentes barrios capitalinos, muchos papás la han retomado e invitan a sus niños a romper la rutina a mitad de semana, o los fines de semana, con más calma, para disfrutar este copón favorito de grandes y chicos. Ahora que el clima se pone de a poco más cálido, cuatro lugares donde el café helado es una de las preparaciones más pedidas.

En la Plaza Las Lilas

Después, o antes, de ir a jugar a los columpios y balancines de la Plaza Las Lilas, no hay niño que se resista a ir a comer o tomar algo. Por eso, en ese barrio han surgido varios locales para dar en el gusto a las familias que pasean por ahí. Uno es La Menestra, en la esquina de República de Cuba con Las Dalias. Una heladería que, en sus mesas chiquitas con manteles cuadriculados, ofrece una amplia gama de helados artesanales. Ahí, el café helado se sirve en copón gigante y largo, como dicta la costumbre, con la dosis justa de dulzor para dejar que sea el helado, que se va derritiendo de a poco, el que aporte el sabor predominante.

Se puede pedir sin crema chantilly, o con la porción que uno prefiera. Arriba, dos bastoncitos de galleta de chocolate coronan la copa, una que se va rapidito sorbiendo con la bombilla o cuchareando.

Si camina unas cuadras hacia el norte, al llegar a Av. Eliodoro Yáñez se encontrará con otro hit de ese barrio, Vitto Heladería. En medio de sillas de colores brillantes, los niños revolotean, mientras en las mesas de madera los esperan sus cafés helados. Los pequeños más audaces lo piden con ciertas variaciones, como cambiar el helado de vainilla por otros sabores, como panacota, crema americana o chocolate.

Ahí también tienen opciones para los niños con restricciones alimentarias: para ellos, el café helado puede venir con leche sin lactosa o de soya. ¿Y el helado para completar esa versión? De pera, mango o frutilla, por citar tres de los favoritos.

A pasos del Bellas Artes

En las cercanías del Museo de Bellas Artes hay un par de locales que destacan por la variedad y calidad de sus helados. El primero, un clásico que desde 2001 está en la punta de diamante que forman las calles Merced y Monjitas. Es el Emporio La Rosa, donde el café helado se hace a la antigua, con leche bien fría, un toque de café, un par de bolitas de helado -de vainilla o el sabor que elija el cliente-, más chantilly y salsa de chocolate arriba. Viene en copón alto, para disfrutar de a poco. Los que se cuidan, lo pueden pedir con café descafeinado o con leche sin lactosa.

Muy cerca, en Merced con José Miguel de la Barra está el Café del Opera, que también destaca por esta preparación clásica. Ahí se usa helado de vainilla francesa, hecho con las varitas y no con la esencia de esa especia, y por eso su sabor es más concentrado. Además, el café es de grano y la crema chantilly va en la dosis justa que el cliente pida. ¿Algo más? Para los intolerantes a la lactosa, se puede pedir con leche sin aquella. Se lo sirven con unas galletitas artesanales hechas en el local, que puede poner sobre la copa o en un pocillo, al lado, para acompañar y completar esta dulce tentación.

DIRECCIONES

La Menestra
DONDE: República de Cuba 1421 TEL.: 228138335 HORARIO: Lu. a do., 10 AM a 8.30 PM PRECIO: $ 3.190 EST.: En calles aledañas, gratis.

Vitto Heladería
DONDE: Av. Eliodoro Yáñez 2881 TEL.: 9.891 9955 HORARIO: Lu. a do., 11 AM a 8.30 PM PRECIO: $ 3.500 EST.: En calles aledañas, gratis.

Emporio La Rosa
DONDE: Merced 291 HORARIO: Lu. a vi., 8.30 AM a 9.30 PM; sá. y do., 9 AM a 10.30 PM PRECIO: Desde $ 2.990 EST.: En Merced 317, $ 1.800 la hora .

Café del Opera
DONDE: José Miguel de la Barra esq. Merced TEL.: 226643048 HORARIO: Lu. a vi., 8.30 AM a 10 PM; sá. y do., 10 AM a 10 PM PRECIO: $ 3.700 EST.: En Merced 317, $ 1.800 la hora .