Por: Evelyn Briceño Fecha:18 Jun 2019

Chuck E. Cheese’s, un clásico donde los niños juegan bajo techo y comen pizzas XL

Chuck E. Cheese’s llegó a Chile hace 25 años con sus juegos mecánicos y electrónicos, y sus pizzas XL que alcanzan para toda la familia.

Chuck E. Cheese's llegó a Chile hace 25 años con sus juegos mecánicos y electrónicos, y sus pizzas XL que alcanzan para toda la familia.

Chuck E. Cheese’s es una franquicia estadounidense que llegó a Chile hace 25 años y que ya cuenta con siete locales, uno de ellos en el Mall Vivo Los Trapenses. Un lugar ideal para llevar a los niños a jugar bajo techo en sus entretenciones mecánicas y electrónicas e ir a comer pizzas XL que alcanzan para toda la familia.

Esta sede tiene más de 1.500 metros cuadrados llenos de juegos (mas de 70) para niños de todas las edades, incluidos los más chicos, de dos o tres años, que a veces no encuentran nada apropiado para ellos, como un bus estilo londinense, de dos pisos, que se mece suavemente, o un mini carrusel, tan colorido y luminoso que se lleva todas las miradas.

Para los más grandes, hay desde simuladores de carreras de autos hasta clásicos para que jueguen papás e hijos, como un Space Invaders, el mismo de los años 80, pero en una versión actualizada y con pantalla gigante.

También hay de esos tipo bowling y el típico mazo para medir quién lo golpea más fuerte sobre una superficie con sensor para comprobar así quién tiene más fuerza.

Lo mejor de todo es que acá todos ganan: cada vez que alguien usa uno de los juegos obtiene como recompensa tickets que luego puede canjear por premios, que van desde dulces a peluches gigantes. Obviamente, el monto de los boletos canjeables dependerá de qué tan bueno seas jugando.

Ojo, que cada una hora sale el ratoncito que le da nombre al local y junto a un par de monitores hacen bailar y cantar a los niños. Un show que termina con una lluvia de tickets para que los pequeños los recojan y los canjeen por premios.

Seguridad y pizzas gigantes

Al llegar lo primero que pasa es que a cada persona que ingresa se le pone un timbre invisible en la mano con un código. Cada familia tendrá un código único, para que al salir los niños abandonen el recinto junto a sus padres.

Luego, se paga el tiempo que quieres jugar (desde 56 minutos por $15.990) y la comida que vas a consumir adentro, la que estará lista a la hora que el cliente indique.

¿Qué probar ahí? Las pizzas, hechas al instante; las puedes pedir en tamaño XL (40 centímetros de diámetro), de las más grandes del mercado. Prueba la “suprema”, que lleva champiñones, peperoni, cebolla morada, carne, aceitunas, choricillo y borde relleno con queso ($ 17.990 la familiar).

En el local las bebidas, jugos y aguas son ilimitadas. Después de pagar el primer vaso (desde $ 1.590), cada uno se acerca al dispensador y se repite cuantas veces quiera.