Se le llama skate de dedos, pero el nombre oficial es fingerboard: una mezcla entre deporte y juego seguida por jóvenes de entre siete y 21 años, en que los dedos índice y medio hacen las veces de piernas: se montan arriba de una tabla en miniatura, hecha con cinco capas de madera, y así se hacen piruetas y saltos, parecidos a los que se ejecutan en los skateparks de la ciudad.
La tendencia partió en Estados Unidos y en Chile se masificó hace unos cinco años. ¿Qué lo hace atractivo? Que se puede jugar en todos lados y que los trucos se consiguen rápido: un skater “real” demora un par de años en lograr una pirueta difícil, mientras que en el skate de dedos eso mismo se alcanza en un par de meses.
A tanto ha llegado la afición, que hoy se montan campeonatos para los fanáticos. Mañana, de hecho, a las 11 AM, la reunión es en la Plaza Central del GAM. Ahí se hará el Cuarto Campeonato Profesional de Fingerboard de Chile. Son más de 100 los que llegarán a desafiarse en un mini skatepark, con rampas y bowls iguales a los construidos a escala real.
Habrá dos categorías -principiantes e intermedios- y cada participante tendrá 45 segundos para mostrar su mejor repertorio. Un jurado mirará el desempeño de cada uno y al final elegirá a los mejores. Además de eso, habrá algunos puestos con productos relacionados con el hobbie, como tablas (desde $ 15.000) que alcanzan los 100 mm de largo y 32 de ancho. Para los que quieran aprender, habrá cinco mini skateparks con monitores para enseñarle a los más chicos.