Desde hace un par de años, varias librerías han puesto sus ojos en los niños, esos lectores incipientes que gozan con el colorido de los libros de ilustraciones y la magia de los cuentos de hadas. Son varias, desde Takk, en el Drugstore, hasta GatoPez, en barrio Italia, las que crearon sectores especiales para los más pequeños. Ahora, son las bibliotecas las que están apostando por ellos. Y no sólo por los que cursan kinder o primero básico, que ya dominan la lectura. La tendencia actual es pensar en las guaguas, que entran al universo de la lectura desde la vista y el juego.
Así nacieron las guaguatecas, espacios dentro de las bibliotecas diseñados para que los niños de cero a tres o cuatro años ingresen al mundo de la literatura. Son cómodos, seguros, coloridos y están llenos de textos llamativos. Espacios así existen desde hace un par de décadas en EE.UU., como en la Brooklyn Public Library, de Nueva York, y ahora llegan a Chile.
“Eran necesarias, porque aproximan a la primera infancia a la lectura de forma lúdica, entretenida, con un diseño y libros apropiados. Permiten formar un público lector temprano, para que luego ellos sean ciudadanos lectores que vean esa actividad como una llena de placer”, dice la directora de la Biblioteca de Santiago, Marcela Valdés. Ahí, en noviembre, se abrió una guaguateca de 20 m2: es colorida, en tonos verdes, rojos y amarillos; y su mobiliario simula un bosque con unos cubos que parecen casitas, para que padres e hijos se pueden “esconder” y leer tranquilamente. No es una guardería, sino que la idea es que los padres se queden con sus hijos y estrechen su vínculo filial.
El piso es antigolpes, de caucho; hay colchonetas y una colección de libros, juguetes e instrumentos musicales que despiertan los sentidos y se encuentran al alcance de los niños, en repisas y mesitas acordes a su tamaño. A veces se oyen infantiles por los parlantes del lugar, para que el canto se sume a la diversión.
Si quiere llevar a sus hijos más pequeños a una actividad específica, los sábados y domingos, a las 12 PM, hay cuentacuentos en los que el narrador lee en una tablet y las familias siguen el relato con esos mismos aparatos en sus manos. Más tarde, a las 4 PM, hay cuentacuentos tradicionales, con canciones y juegos, que duran máximo 20 minutos. “Eso, porque a los más chicos les cuesta mantener la concentración más allá de ese tiempo”, cuenta la encargada de este espacio, Lorena Moya.
Libros para morder
En noviembre pasado se inauguró otro de estos lugares, esta vez en el Centro Lector de Lo Barnechea, en el pueblito. Tiene cerca de 20 m2 y estacionamientos para coches en la entrada. Su piso es completamente acolchado, para que las guaguas gateen y anden a gusto. Ahí, la tía María Luisa Melo es la encargada del lugar y de recomendarles libros a los papás, porque, tal como la de la Biblioteca de Santiago, ésta no es una guardería, sino un recinto para que los padres se queden con sus hijos compartiendo la experiencia.
Los textos que ahí hay tienen pocas palabras. Llevan más que nada sonidos, onomatopeyas de animales y elementos sensoriales, como texturas (pieles de animales, espejos) y sonajeros. Incluso, algunos libros están impresos en telas acolchadas, para que los puedan manipular y hasta morder. “A una edad tan temprana no leen palabras, pero sí imágenes y texturas que ayudan a desarrollar sus sentidos”, comenta Melo.
Todas las semanas se hacen talleres sobre temas de crianza y sicología para los papás, y cuentacuentos para los más pequeños. Como el que se hará el jueves 18 de diciembre, a las 11 AM, en que pueden participar mamás con sus hijos y también embarazadas, todo previa inscripción vía mail.
La Biblioteca Regional de Aysén, en Coyhaique, también cuenta con una espacio pensado para las guaguas. Sus muros y muebles son de colores suaves y tiene alfombras, pufs y cojines con formas de animales, para que estén cómodas junto a sus papás o mamás. Los libros disponibles son de materiales “masticables”, como tela y goma eva.
Ahí también hay actividades organizadas. Como los “susurradores”, que son canciones de cuna que se cantan, suavecito, al oído de los pequeños, a través de tubos de plástico o cartón. De lunes a viernes a las 5 PM, y los sábados a las 11 AM, hay cuentacuentos y baby karaokes, en que los niños cantan una canción -como Alicia va en el coche o Caballito blanco- que suena por altoparlantes y la letra se sigue en coloridos libros.
En la ciudad de Osorno existe el Centro Lector, una biblioteca abierta a toda la comunidad y dedicada a los niños. Ahí también hay guaguateca, un rincón para que los más pequeños y las embarazadas tengan un espacio de entretención a través de la lectura. Durante el año, tiene talleres de apego madre-hijo y cuentacuentos, actividades que se retomarán en enero.F
Biblioteca de Santiago
DONDE: Av. Matucana 151
TEL.: 800220600
HORARIO: Ma. a vi., 11 AM a 5.30 PM; Sá. y do., 11 AM a 4.30 PM. Sá. y do., 12 PM: cuentacuentos con tablet. Sá. y do. , 4 PM: cuentacuentos tradicional
PRECIO: Gratis
EST.: En el lugar, gratis
EDAD: 0 a 4 años (guaguateca).
Centro Lector Lo Barnechea
DONDE: Av. Lo Barnechea 1174
TEL.: 227543820
HORARIO: Lu. a vi., 10 AM a 7 PM; Sá., 10 AM a 1 PM. Ju. 18, 11 AM: cuentacuentos (inscripciones a centrolector@lobarnecheacultura.cl)
PRECIO: Gratis
EST.: En calles aledañas, gratis
EDAD: 0 a 3 años (guaguateca).
Biblioteca Regional de Aysen
DONDE: Lord Cochrane 233 (Coyhaique)
TEL.: 67.2232433
HORARIO: Lu. a vi., 10 AM a 1 PM y 2 PM a 7 PM; Sá., 10 AM a2 PM. Sá. 13, 11 AM: cuentacuentos
PRECIO: Gratis
EST.: En calles aledañas, gratis E
DAD: 0 a 4 años (guaguateca).
Centro Lector Osorno
DONDE: Av. Juan Mackenna 1512 (Osorno)
TEL.: 64.227 3654
HORARIO: Lu. a vi., 10.30 AM a 6.30 PM
PRECIO: Gratis
EST.: En calles aledañas, gratis
EDAD: 0 a 3 años (guaguateca).