Una mujer joven, vestida con un vestido plato y con una cartera en su mano, cierra la puerta de su departamento. Al dejar su hogar se le ve sonriente y dispuesta a disfrutar de su día. Sin embargo, en su recorrido se encuentra con vecinas y amigas que le cuentan cuánto tiempo pierden lavando la ropa a mano. En cada testimonio las dueñas de casa lucen fastidiadas, cansadas y aburridas de la tarea doméstica, menos la protagonista de la historia, quien luego de su jornada llega a su hogar, se sienta en un sillón rojo y reflexiona mirando a la cámara: “Cómo no buscarán la solución en vez de lamentarse. La única y verdadera solución para lavar la ropa es una super máquina de lavar”.
La historia, que es parte de un aviso comercial español realizado por Studio Moro en los años 50, y con una narración impensada en nuestros tiempos, visibiliza la importancia de la lavadora en la calidad de vida de las personas. Cualidad tecnológica que se mantiene hasta nuestros días, ocupando parte importante del presupuesto de las familias y personas que viven solas.
Lo cierto es que desde su invención, hace más de dos mil años, la “máquina de lavar” -como señala la publicidad ibérica-, ha sumado cada vez más tecnología y funciones. Así las primeras lavadoras estaban hechas de madera y necesitaban de una persona que las moviera accionando una manivela. Solo a finales del siglo XX se logró crear una máquina eléctrica y posteriormente una automática que vendría a solucionar el problema del lavado de la ropa.
Hoy, además de sus diseños cada vez más sofisticados, las lavadoras incorporan más funciones que facilitan y perfeccionan el proceso de una u otra manera. Algunas ahorran agua, energía y tiempo con programas inteligentes, otras permiten introducir ropa en pleno lavado, y las más avanzadas terminan con los malos olores sin necesidad de lavado, entre tantos otros avances.
En esta nueva generación de lavadoras modernas encontramos entonces las de carga frontal, que son una de las más vendidas en el mercado porque consumen menos agua y luz, y son más eficientes. En este tipo de diseño, la ropa se introduce por la parte delantera y soportan desde 5 kg hasta 8 kg de carga. Además, tienen una clasificación energética (A, A+, A++ y A+++) que permite evaluar cuál es la que menos daña el medioambiente.
Otro modelo, es la de carga superior, en la que la ropa se coloca en la parte de arriba de la máquina y tiene menos capacidad de carga (hasta 7 kg). Este modelo se diferencia del anterior porque son más estrechas, funcionan mediante un sistema de fricción para desprender la suciedad y su tambor es más pequeño. Lo bueno de estas lavadoras es que es posible agregar ropa a mitad del ciclo, algo que resulta imposible con las de carga frontal.
Perfectas para espacios más pequeños, la lavadora-secadora es otra opción que entrega el mercado. Este diseño, que permite tener dos electrodomésticos en uno, se puede usar solo como lavadora o sola como secadora y también de forma conjunta en un programa de lavado y secado. Ideales para quienes quieren ocupar menos tiempo en labores domésticas. Como consumen más agua y energía, algunos prefieren tener una lavadora y secadora por separado.
Y finalmente, se encuentran las lavadoras integrables, que son las que se disponen entre los muebles para así mantener una estética limpia del espacio. Al escoger este tipo de modelo, es importante fijarse bien en las medidas para que calce perfecto en la cocina u otro espacio del hogar.
Secretos para escogar nuestra lavadora
Una vez que se conocen los modelos y las ventajas y desventajas de cada uno de ellos, es clave elegir el más adecuado para cada realidad. Para ello debe considerar los siguientes consejos:
1.Uso
Cuando decida comprar una lavadora debe preguntarse ¿con qué frecuencia lava?, ¿a qué horas del día?, ¿y qué espacio físico le destinará? De eso dependerá cuál es el modelo ideal para usted. Un dato a considerar es que, por ejemplo, la capacidad depende del número de personas que la van a utilizar.
2. Nivel de ruido
En tiempos de pandemia, estamos casi todo el tiempo en nuestro hogar. Por lo mismo, es necesario elegir una lavadora que haga poco ruido. Para ello, hay que saber que este se mide en decibelios (dB) y que lo ideal es que el centrifugado no supere los 80 decibelios.
3. Revoluciones de centrifugado
Si queremos que nuestra ropa no salga estilando de la lavadora, es clave escoger los modelos con altas revoluciones de centrifugado, así las prendas saldrán más secas.
4. Programas de lavado
Un modelo, cualquiera sea, debe tener obligatoriamente lavado de algodón a 30 o 60 grados, sintético a 401 y ciclos de agua fría para las prendas delicadas de lana. Este es el programa que se utiliza, a partir de ahí todo suma, incluyendo los programas eco que sirven para ahorrar agua y dinero.
5. El motor
Las lavadoras que tienen más movimiento de su motor, aumentan la vida de las prendas e impiden que se rompan. Esto evitará que tenga que llevar su ropa delicada a la lavandería.