365 días: aquel día, la sensual y controvertida cinta polaca de Netflix presenta su nuevo capítulo
Fue uno de los sucesos del año pasado en la plataforma y ahora en su secuela Anna Maria Sieklucka y Michele Morrone retornan a los papeles de la joven ejecutiva polaca y el posesivo capo italiano, en la erótica continuación de su inusual romance.
Los éxitos de audiencia no son inusuales para Netflix, pero en junio de 2020 se vivió uno que sorprendió a muchos, en especial a críticos de cine y organizaciones feministas: que 365 dni, o 365 días, fuera la cinta más vista a nivel global.
Un fenómeno que replicó el recibimiento que la película tuvo en su país de origen, al basarse en las famosas novelas de Blanka Lipińska, impactando esencialmente porque su protagonista era raptada por un atractivo mafioso.
Una especie de Síndrome de Estocolmo “romántico-sexual” que vivió Laura Biel (Anna Maria Sieklucka), una joven ejecutiva de Varsovia, después que se transformó en la obsesión de Massimo Torricelli (Michele Morrone).
El jefe de la mafia siciliana, y seudo empresario, que la llevó a su mansión contra su voluntad, donde la retendría por 365 días o hasta lograr que se enamorara de él. En medio de forzadas actuaciones y varios problemas de edición.
Pero los altos índices de visionado le ganaron a la controversia y los malos comentarios, y su secuela, subtitulada 365 días: aquel día -al igual que el libro de Lipińska en que se basa- ya está disponible en la plataforma de streaming.
Con un inicio que se sitúa poco después de la conclusión de la cinta original, cuando quedó atrás la emboscada que sufrió Laura por parte de la familia rival de los Torricelli y ella y Massimo están a punto de casarse.
Renovados conflictos y personajes
Sin embargo, los minutos iniciales dejan en claro que esta segunda parte incluirá bastante más de sexo -muy explicito- que la cinta que la precede, cuando los novios protagonizan un apasionado encuentro antes de ir a la iglesia.
Aunque ahora ellos no son los únicos entregados al romance más ardoroso, porque la mejor amiga de Laura, Olga (Magdalena Lamparska), es ahora la pareja de Domenico (Otar Saralidze), la nueva mano derecha de Massimo.
Pero hay algo que la protagonista le oculta a su flamante marido: el accidente que sufrió a causa de sus rivales la hizo perder el hijo que esperaba. Un secreto al que se suma el hecho de que Massimo la sobreprotege y controla.
Las cosas se complican aún más cuando en medio de una fiesta ella es testigo del sensual reencuentro de su marido con su ex, Anna (Natasza Urbańska), y decide abandonarlo. Aunque no estará sola mucho tiempo.
Esto porque recibe la ayuda de Nacho (Simone Susinna), el atractivo joven que conoció como jardinero y ahora se convierte en su protector. Quien es muy amable, cocina paella y posee una gran casa, ya que su padre es millonario.
La narración pronto dejará en claro que nada es lo que parece, revelando la identidad del progenitor del nuevo galán de Laura y la existencia de un hermano gemelo que busca venganza en sociedad con Anna.
En el clímax de 365 días: aquel día que agrega la tensión dramática necesaria para elevar el nivel de una trama que en general ofrece más de lo mismo, a pesar de que el nivel técnico y de producción haya mejorado notablemente.
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