A sus 20 años de edad, Retsuko pensaba que todo iría cada día mejor luego de ingresar a una de la empresas comerciales más grandes de Japón. Pero, como se vio desde el primer episodio de Aggretsuko, las cosas solo empeoraron para esta panda roja.
Pero mientras la serie -que debutó hace dos años en el catálogo de animación para adultos de Netflix-, mostraba sus complicadas vivencias en pantalla, también se convertía en un éxito entre la crítica y el público con su mezcla de humor, ironía y death metal.
Ante los ojos de sus seguidores, la primera temporada mostró cómo Retsuko cumplió cinco años trabajando en el departamento de contabilidad liderado por el Director Ton, un cerdo amante del golf y del té, que además es bastante rudo y sexista.
Una figura que ha sido una constante en ese ciclo, como también en el segundo, junto a sus amigos de oficina: Fenneko, una deductiva zorra fénec, y Haida, un oficinista hiena, amante del punk, que siempre se ha sentido atraído por Retsuko.
A ellos se suman sus mejores amigas, Gori y Washimi; su agobiante madre, que solo quiere verla con un novio;, el aprendiz de contabilidad Anai, un joven tejón con poca paciencia, o Tadano, el burro genio tecnológico que se robó su corazón en la segunda temporada.
Pero hay otra constante en su existencia que le permite liberar su estrés: cantar sus penas al ritmo del death metal en un bar de karaoke. Algo que en ocasiones, cuando la gravedad del momento lo amerita, también puede hacerlo en el baño de su trabajo.
El peso de las deudas
Ahora Aggretsuko -que deriva del título del anime en japonés, Aggressive Retsuko– estrena una tercera temporada, de 10 capítulos, donde la pequeña y explosiva panda roja debe nuevamente enfrentar uno que otro problema, tanto fuera como dentro de la oficina.
Y es precisamente fuera de su lugar de trabajo donde se desencadena el motor de este ciclo: las deudas de su protagonista. Primero gasta miles de yenes en un juego de realidad virtual y luego choca la minivan de un desconocido con un automóvil arrendado.
Sin embargo, al descubrir que ella es contadora, ese mismo desconocido, llamado Hyodo, le propone que puede saldar los daños del choque haciendo cargo de la contabilidad de Las Chicas OTM, el grupo de chika aidoru -ídolos underground- que él maneja.
Así, y de un día para otro, Retsuko debe usar sus horas libres administrando el poco dinero que con sus conciertos recauda el trío de Manaka, Migi y Hidarin; ocultando a sus compañeros de oficina la nueva actividad en el mundo de la música pop que ha iniciado.
Vivencias humanas y mundanas
De forma paralela, su eterno enamorado Haida conoce a una Inui, una atractiva chica que trabaja en el departamento administrativo de la empresa, y su amiga Gori decide crear una aplicación de citas para ganar dinero extra, después de comprar un exclusivo departamento.
Y aunque sus protagonistas son animales, el mayor encanto de Aggretsuko es cómo la serie puede llevar a pantalla las vivencias más humanas y mundanas, explorando en tipos de personas y conflictos con los que uno de puede topar cada día.
Entre ellos el jefe algo explotador, la compañera chismosa y su agotada protagonista, quien ahora tiene la oportunidad de cambiar de vida; mientras nuevamente pone a prueba sus cuerdas vocales con el death metal, en una temporada imperdible para sus seguidores.