Alejandro (Mauricio Ochmann), el protagonista de Ahí te encargo, es un creativo de una agencia de publicidad que está obsesionado con ser padre. De hecho, los niños pequeños se le aparecen en todas partes, incluso en el bar.
Pero ente los planes de Cecilia (Esmeralda Pimentel), su esposa, no está el ser madre. Por ahora su prioridad es su trabajo en una importante empresa de energía, donde ejerce de abogada.
De hecho, está a punto de conseguir un importanta ascenso, como socia de la firma, lo que la tiene entusiasmada y lo que concentra sus energías.
Mientras, Alejandro insiste en que tengan un hijo y tanto lo desea, que llega uno literalmente de la noche a la mañana. ¿Cómo? Gracias a Alicia, la joven mesera del bar que frecuenta, quien le pide cuidar a su pequeño, Alan, por unos días.
Él decide aceptar y se lleva al niño al departamento donde vive con Cecilia, pero sin consultarle.
Ese es el punto de partida de Ahí te encargo, la nueva película mexicana que estrena Netflix, que dirige Salvador Espinoza y que protagonizan Ochmann y Pimentel, un actor y una actriz muy populares en su país.
De la comedia al drama
Tras la llegada la casa del niño comienzan los conflictos en este matrimonio y también una serie de enredos en la vida de Mauricio.
Como no tiene con quien dejarlo, lo lleva con él a la agencia donde trabaja, protagonizando divertidos momentos con Rafa (Juan Martín Jauregui), su colega y amigo.
En ese lugar se preocupan, sobre todo, de que al niño lo vea su jefa, Sylvia, quien detesta a los niños y a quien todos ahí llaman Mussolini, por su carácter estricto.
Aunque la película también tiene algo de drama, en el caso de Alicia, la madre menor de edad que tiene una enfermedad grave y que está preocupada por el futuro que podría tener su hijo.
De esta manera, Aquí te encargo va abordando las distintas caras de la paternidad y no solo con las diferencias sobre el tema que tienen Alejandro y Cecilia.
También lo hace tratando la maternidad en la adolescencia con el drama de Alicia o el de la madres solteras que crían solas a sus hijos, como lo hizo la mamá de Alejandro.
Incluso, su final plantea nuevas maneras de afrontar la llegada de un hijo.
Entre medio, Ahí te encargo apunta algunos dardos hacia las miradas machistas que todavía existen sobre este asunto -el trillado “gen de la maternidad”- y hacia quienes cuestionan el liderazgo y las capacidades laborales de las mujeres en función de su género.