Alta mar, temporada 2: Más misterio, más intriga, más de lo mismo
La series española original de Netflix, Alta Mar, estrenó su segunda temporada en Netflix este viernes 22 de noviembre.
Hay series que simplemente no deberían tener segunda temporada. Alta Mar, la cuarta serie española original de Netflix, no es necesariamente lo peor del catálogo del servicio de streaming, pero sin duda está muy por debajo de otras producciones del país hispano –como La Casa de Papel, sólo por nombrar alguna– y, para gusto de quién escribe, es totalmente prescindible.
Luego de una primera temporada con puntos más bajos que altos, la historia retoma con mucho más misterio y una sensación de que en cada escena los personajes se sienten ahogados por la angustiosa situación que los rodea.
La historia de la segunda temporada
El lujoso viaje en barco desde España a Brasil, que suponía cambiar la vida de todos sus acomodados pasajeros va mucho peor de lo esperado.
Con asesinatos, revelaciones familiares, traiciones, romances extremadamente melosos y acelerados, la segunda temporada de Alta Mar retoma el drama en el momento exacto en que había quedado tras las terribles revelaciones del padre de Eva y Carolina, que logró esconderse dentro del barco luego de dejar muy malherido a su hermano.
Cuando el viaje y la vida de los pasajeros parecía comenzar a encausarse hacia una relativa tranquilidad, todo da un vuelco inesperado cuando el Capitán del crucero recibe un llamado de ayuda por naufragio. Los nuevos pasajeros parecen planear algo desde el principio, pero todo se torna mucho más misterioso cuando una de las mujeres parece tener una sensibilidad especial con situaciones sobrenaturales.
Así, a la decepcionante atmósfera de misterio, suspenso y mentiras creada durante el primer ciclo, ahora se suman notas de espiritismo cuasi diabólico, que intenta darle sombras a un relato que sólo cuenta con una historia por momentos entretenida, pues normalmente destaca más por sus actuaciones y guión poco satisfactorias.
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