Un peligroso virus acecha a las hermanas Villanueva en la tercera temporada de Alta Mar
La serie española de suspenso vuelve a Netflix con una temporada donde los pasajeros y tripulación del transatlántico Bárbara de Braganza enfrentan una amenaza biológica.
El misterio se vuelve a embarcar en el Bárbara de Braganza, el lujoso barco que fue escenario y testigo de los peligros a los que se expusieron las hermanas Eva y Carolina Villanueva (Ivana Baquero y Alejandra Onieva), en las primeras temporadas de Alta Mar.
Así, en el primer ciclo se les vio subir al transatlántico para la travesía de España a Brasil donde descubrieron un secreto familiar relacionado con los nazis, para después enfrentar una amenaza con ribetes paranormales tras el rescate de un grupo de náufragos.
Ahora, en su tercera aventura por Netflix, la primera en aparecer ante el público es Eva, quien admira como su nueva novela se vende en una librería del Buenos Aires de 1948. Sin embargo, aquí se cruza con un misterioso hombre que al parecer sabe mucho de ella.
Poco después se reencuentran en una tienda de antigüedades donde él se presenta como Fabio (Marco Pigossi), afirmando que trabaja de forma encubierta para el servicio de inteligencia del gobierno británico y necesita su ayuda para evitar una catástrofe.
Una que tendría como escenario el Bárbara de Braganza si no logran detener a tiempo a un misterioso científico que será parte del viaje del buque desde Argentina a México, llevando con él un peligroso virus que podría enfermar mortalmente a sus pasajeros y tripulación.
Nuevo peligro y renovados personajes
Ese es el inicio de una tercera temporada y los seis capítulos que la conforman, que se inspira nuevamente en novelas clásicas de suspenso -como las de Agatha Christie-, y en películas basadas en ellas, reafirmando a España como una fábrica de thrillers de época.
Y junto a las hermanas Villanueva retornan sus objetos amorosos: el dueño del barco, Fernando (Eloy Azorín), y su primer oficial, Nicolás (Jon Kortajarena); además de su tío Pedro (José Sacristán) y el Detective Varela (Antonio Durán), entre otros.
Pero también se suman al relato varios pasajeros de dudoso accionar. Entre ellos un nuevo oficial llamado Héctor (Nicolás Francella), la madura Carmen (Cristina Plazas) y su hija enferma, y Chantal (Claudia Galán), la reaparecida esposa de Nicolás.
Algunos de los antiguos y nuevos personajes que son parte de una historia donde nada es lo que parece, y Eva de nuevo hace gala de su exceso de valentía ante una amenaza biológica -demasiado a tono con nuestra actualidad-, y una suplantación familiar.
Una tercera -y quizás final- aventura a bordo del Bárbara de Braganza que también se daría el tiempo de hacer un guiño a otra famosa producción de suspenso, ya que aquí el actor catalán Pep Antón Muñoz encarnaría al hijo médico de su Detective Ayala de Gran Hotel.
La que con seguridad dejará felices a los seguidores de Alta Mar, quienes han sabido tomarle cariño a una producción correcta, donde a veces la ambientación es más elaborada que los guiones, y que en este ciclo apuesta a darle a su público un poco más de lo mismo.
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