Como una comedia romántica inusual puede catalogarse Amarrados al amor, la apuesta surcoreana con que Netflix deja por un momento de lado las series originales para enfocarse en un largometraje que explora otra faceta de las relaciones personales.

La cual bajo la dirección de Park Hyun-jin lleva a la pantalla el webcomic Moral sense -o The sensual M-, de Gyeowool, que muestra la historia de un oficinista que esconde sus fantasías sexuales hasta que conoce a una compañera que podría ser su dominatrix.

Una película claramente enfocada en el público adulto que cuenta con otra característica diferenciadora: la protagonizan las estrellas del k-pop Seohyun, del grupo femenino Girls’ Generation o SNSD, y Lee Jun-young, de la boy band U-KISS.

En pantalla ella interpreta a Jung Ji-woo, una empleada de asuntos públicos de una empresa de contenido educativo infantil, que cree firmemente que en todas las relaciones existe una jerarquía y al conocerse dos personas siempre una detenta el poder.

El dominar o someter a alguien, alguno de los instintos que se pregunta si tiene en su corazón Jung Ji-hoo (Lee), uno de sus colegas de rango superior que llegó desde el área de negocios a asumir una cargo que quedó vacante en la sección en que labora Ji-woo.

No pasa mucho para que la joven le reconozca a una colega y amiga, como a su mamá, que el correcto y admirado Ji-hoo le atrae mucho, pero estaría mal visto que ella se le declarara. Lo que ignora en ese momento es que una encomienda lo cambiará todo.

Un contrato que cambiará sus vidas

Un paquete a nombre de él que por una confusión, y porque sus nombres se parecen, llega a manos de la protagonista. El cual contiene un collar de cuero con tachas y la inscripción de Miho que un asustado Ji-hoo le asegura que es para su perro de tres años.

Sin embargo, en la caja también viene un cupón de descuento para elementos sexuales que están ligados con el BDSM, término creado para abarcar las prácticas eróticas relacionadas con bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo.

Tras un primer malentendido por parte del tímido chico, que piensa que ella también comparte su gusto por la dominación -por su carácter fuerte-, la chica accede a ser su “ama”. Un “juego” que realizarán por tres meses y bajo un contrato bien especificado.

Así, Ji-woo y Ji-hoo pasan a ser Dominante y Sumiso en una relación que ocultan de los demás y para cuyos encuentros ella se prepara cada día más, teniendo como guía las páginas sobre este tipo de citas en internet y los objetos de tiendas especializadas.

Pero el público no es solo testigo de sus encuentros que en Amarrados al amor, a diferencia de otras películas acá son tratados con sutileza, sin caer nunca en lo vulgar (algo para destacar), sino que además como cada uno de ellos descubre un sentimiento más profundo.

Lo que deriva en un desenlace que se veía venir, aunque igualmente logra emocionar, poniendo punto final a un relato que transita por diferentes emociones, desde lo erótico, pasando por la comedia, hasta lo romántico.

Todo lo que hace de Amarrados al amor una más que interesante adición al catálogo surcoreano de Netflix que entretendrá a toda persona con criterio formado.

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