Para los amantes del anime, Netflix se ha convertido en una de las mejores alternativas para disfrutar de series y películas de animación japonesa, sumando mensualmente varios títulos a su oferta. Y unos de sus estreno imperdibles de junio es Amor de gata.
Esta última es una cinta de Studio Colorido que tiene como protagonista a Miyo Sasaki, una enérgica adolescente que desde los primeros minutos del metraje deja demasiado en claro que le gusta un compañero de clase: el reservado Kento Hinode.
Sin embargo, todos los intentos de Miyo o Muge, como también se le conoce, de atraer la atención de Kento son en vano e, incluso, muchas veces mal recibidos por el muchacho. Pero una mágica intervención logrará que la jovencita esté más cerca de su objeto amoroso.
Todo sucede muy rápidamente en los primeros minutos de la película, cuando, en medio de un festival, Muge se topa con un misterioso vendedor de máscaras. Es gracias a una de éstas que ella se convierte en una gatita blanca a la que Kento bautiza como Taro.
Es en su forma felina que lo visita cada tarde y descubre detalles sobre su personalidad y su familia que la hacen sentirse aún más atraída por él; como su amor por los animales, la preocupación por su familia y el cariño por el taller que posee su abuelo.
Pero por su parte, la vida familiar de Muge está lejos de ser perfecta. Su madre la abandonó cuando era muy pequeña y ahora vive con su padre y su nueva pareja. Y a pesar de los esfuerzos de esta última por agradarle, la relación entre ellas es un poco distante.
Una singular historia adolescente
De esta manera, en su segundo largometraje, tras Penguin highway, Studio Colorido utiliza la animación para desarrollar una historia donde el amor juvenil se mezcla con la magia, y que además se atreve a exponer problemas que también enfrentan los adolescentes.
Como en caso de su protagonista, quien a pesar de que siempre tiene una sonrisa en la cara y un comportamiento extrovertido, esconde sus verdaderos sentimientos y su permanente sensación de no importarle a los demás.
Así Amor de gata no solo presenta una historia que puede recordar a otros ejemplos del anime con romances adolescentes -como Tu nombre y Susurros del corazón, ambas también en Netflix-, sino que se atreve a desarrollar un protagónico más complejo.
Esto porque Muge se presenta un un primer momento con una actitud más cercana al acoso, para más tarde ir revelando su compleja y algo depresiva personalidad. Algo que también sucede con Kento y lo difícil que es para él dar a conocer sus sentimientos.
Una singular apuesta dramática que se complementa con una bella animación y grandes cuotas de fantasía. Las mismas gracias a las cuales Muge se convierte en gata y que además se toman la ágil tercera parte de la película.
Todo lo que convierte a Amor de gata en un muy recomendable título de la oferta de anime de Netflix, luego de que el estreno en salas japonesas de la nueva apuesta de los estudios creados por Hideo Uda se cancelara por la pandemia.