Hace un par de semanas, Netflix estrenó Vai Anitta, una serie documental de seis capítulos, cada uno de cerca de 30 minutos de duración, en que se muestra el día a día de la cantante brasileña, hoy una de las mayores estrellas del pop en todo el mundo.
Aquí se pueden apreciar sus rutinas profesionales, como la grabación de sus hits y la filmación de sus videos, y otras de su ámbito personal, como los asados que le gusta compartir con sus seres queridos y los paseos que sale a dar con sus perros.
A lo largo de la producción se ve cómo la artista brasileña, que nació en un barrio pobre de Río de Janeiro e inició su carrera a los 18 años en un grupo de funk, se ha convertido en una súper estrella gracias a las canciones que ha grabado junto a Major Lazer, J. Balvin, Iggy Azalea, Maluma y el DJ Alesso.
De la pobreza al estrellato
Nacida como Larissa de Macedo Machado e hija de un vendedor de repuestos para autos, Anitta se muestra sensual, pero también muy disciplinada, atributo que el afamado productor estadounidense Poo Bear (quien ha trabajado para otras mega estrellas, como Justin Bieber y Sam Smith) resalta de la brasileña.
Recordemos que Anitta fue la primera artista brasileña en lograr que una canción en portugués figurara entre las 20 más escuchadas en Spotify (el single Vai Malandra) y cuenta con cerca de ocho millones de seguidores en Twitter y más de 30 millones en Instagram.
Una artista integral, que se preocupa de cada detalle de su carrera, desde el vestuario hasta las coreografías. Incluso, se ha propuesto hablar inglés y castellano para triunfar en otros mercados, meta que está consiguiendo.
Ella misma confiesa en el documental que aborda su carrera con visión de empresaria, más que de artista.