Antracita: el thriller francés de Netflix con una secta y muchos secretos
La desaparición de un periodista desencadena el relato de esta nueva serie marcada por el suspenso y varios crímenes.
Las producciones francesas de Netflix se siguen haciendo notar y, tras el estreno de la cinta El salario del miedo, llega al servicio Antracita, una serie de suspenso y algo más.
Ya que el espacio creado por Fanny Robert y Maxime Berthemy, inspirados por el caso real de los miembros de la Orden del Templo Solar, incluye un personaje muy particular.
El que por momentos le da un tono más liviano y absurdo al suspenso que guía sus seis episodios, que logran enganchar aunque en su sección final pierden un tanto el rumbo.
Aunque para esto falta bastante, ya que en los primeros minutos de su trama se introduce a una figura clave en lo que está por venir: Caleb Johansson (Stefano Cassetti).
El líder de la secta Écrins que atrajo a gran parte a los jóvenes del pueblo alpino de Lévionna, hasta que en 1994 fueron, al parecer, víctimas de un suicidio colectivo.
La desaparición de Solal Heilman
Lo que llevó a que un moribundo Caleb fuera arrestado y después recluido en un hospital psiquiátrico, mientras el resto de los habitantes trataba de superar la tragedia.
Aunque el drama continuó en la forma de graves casos de salud, como malformaciones en niños, que los lugareños atribuyen al laboratorio Arcacia y la mina de antracita que explota.
Pero el detonante del relato es la desaparición de Solal Heilman (Jean-Marc Barr), periodista que cubrió el caso de la secta y desapareció tras volver a Lévionna.
Lo que empuja a que su hija Ida (Noémie Schmidt) viaje hasta ese lugar para saber qué ocurrió con su padre, poniendo en práctica su habilidad como investigadora web.
Una labor que efectúa con la ayuda de cientos de contactos en internet, que serán fundamentales en su peligrosa aventura, como también lo será Jaro (Hatik).
Las diferentes piezas de la trama
El que también volvió hace poco al pueblo, escapando de un problema criminal, y se convierte en el primer contactado por Ida, tras encontrar su foto en los papeles de Solal.
Pero él es solo una de las figuras de un entramado de personajes que crece a medida que avanza la narración, destacando además la presencia de Gio (Camille Lou).
La sagaz agente policial que, a pesar de un primer encuentro con Ida algo tenso, se convertirá en una de sus aliadas esenciales para desentrañar los secretos que las rodean.
Ya que Antracita no solo involucra la desaparición del periodista y el caso de la secta, sino también otras muertes sin resolver, de las que hasta ahora no hay culpables.
Lo que se va conociendo en medio de un relato de ritmo imparable, donde la acción se combina con el thriller y la gracia de la singular Ida, quien carga con sus propios misterios.
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