Luego del éxito de la cinta donde Sandra Bullock enfrentaba a las extrañas presencias que llevaban a quienes las veían a la muerte, era de esperar que surgiera Bird Box Barcelona.

La película que se tardó en llegar, pero finalmente le da una continuación al largometraje de 2018, que hasta hoy detenta el tercer lugar entre los filmes más vistos en Netflix de todos los tiempos.

Pero ya no como una secuela, sino que como un spin-off de la primera realización basada en la novela de Josh Malerman, a pesar de que existe el libro que continúa su historia.

Lo que concreta con un guión de los hermanos Álex y David Pastor, quienes también asumen la dirección de un relato que deja el territorio estadounidense para asentarse en España.

Específicamente en la capital de Cataluña, donde comienza su narración algunos meses después de que el mundo fuera invadido por los entes que llevan al suicidio a quienes los ven.

Cuando Sebastián (Mario Casas) y su hija Anna (Alejandra Howard) deambulan por Barcelona con sus ojos cubiertos y se encuentran con un grupo vendado que brinda ayuda.

El caos en las calles de Barcelona

Pero la trama de la cinta, al igual que su antecesora, se mueve entre el presente y el pasado, con constantes saltos temporales que permiten conocer más sobre este padre y su hija.

Los que poco a poco van revelando la verdad en torno a ellos y las personas que son y fueron parte de su entorno, en medio de un muy buena ambientación y sólidas actuaciones.

Un último apartado en el que se destaca Casas -varios de los secundarios están poco aprovechados- como el padre que haría todo por su hija, mientras lo rodea el caos.

Una devastación por la que se mueven otros sobrevivientes que se cruzan con Sebastián, como la psiquiatra inglesa Claire (Georgina Campbell) y la pequeña alemana Sofia (Naila Schuberth).

Además de los denominados “seers” o “videntes” que se sacaron las vendas y sobrevivieron, convirtiéndose en fanáticos de los seres mortales, que acá lidera un sacerdote.

Ya que esta Bird Box retoma la idea del progenitor salvando a sus hijos (acá hija), pero explora en el fanatismo y sus consecuencias, dándole un renovado sentido a la historia de origen.

Con lo que la cinta con la firma de los hermanos Pastor (Hogar) reactiva la franquicia de Netflix, con mayores cuotas de suspenso y horror, superando a su predecesora.

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