Aunque Taron Egerton ha protagonizado cintas de ficción como Kingsman, son los títulos biográficos como Rocketman los que marcan su carrera. Un género al que retorna con Black bird.
La nueva serie de Apple TV+, subtitulada reveladoramente Confesiones de un asesino, que debutó con dos capítulos el pasado viernes, para luego ir estrenando una emisión cada semana hasta completar seis.
La cual fue concebida por el escritor Denis Lehane, teniendo como base la autobiografía In with the devil: a fallen hero, a serial killer, and a dangerous bargain for redemption, de James Keene.
Donde Keene, uno de los productores ejecutivos del espacio, revive su experiencia cuando siendo convicto hizo confesar a un asesino el destino de sus víctimas, a cambio de su propia libertad.
Una vivencia que pasa del libro a la pantalla de la mejor forma, gracias a la experiencia de Lehane como guionista y el trabajo detrás de cámara de directores como el belga Michaël R. Roskam (Bullhead).
Un pacto para lograr la libertad
Además del sólido elenco que le da vida, empezando por Egerton y que incluye a Paul Walter Hauser (Richard Jewell), Greg Kinnear (Pequeña Miss Sunshine) y Ray Liotta, en su último rol en una serie.
Los nombres que reconstruyen para el streaming la historia de Keene desde 1996, cuando en noviembre de ese año a la ex promesa del fútbol americano escolar y actual narcotraficante lo detienen.
Lo que ocurre en la fastuosa casa de Jimmy en su natal Chicago, donde la apresan agentes de la DEA y el FBI, y luego enfrenta una inesperada condena de 10 años sin posibilidad de apelación.
Algo que sorprende al protagonista y a su papá, el ex policía Big Jim (Liotta), que podría solucionarse si colabora con el fiscal Beaumont (Robert Wisdom), el mismo que lo llevó a la cárcel.
Quien junto a la agente Lauren McCauley (Sepideh Moafi) le ofrece a Jimmy la libertad si consigue que un asesino serial confiese la ubicación precisa del cuerpo de una de sus víctimas.
El relato paralelo de la trama
Un acuerdo que se relaciona con la subtrama del relato, que se ubica inicialmente cuatro años antes, cuando el detective Miller (Kinnear) llega a donde se descubrió el cadáver de una adolescente.
Un asesinato que toma más fuerza un año después, cuando la camioneta que se vio en el lugar en que la mataron se vincula a casos de acoso a jovencitas. La cual es propiedad de Larry D. Hall (Hauser).
Un amante de las recreaciones de la Guerra Civil que confesaría crímenes que no cometió. Pero Miller y su equipo logran que admita el asesinato y es llevado a la prisión de Springfield.
Pero esa confesión, que luego niega, es insuficiente para mantenerlo allí, ya que no hay mayores pruebas de su autoría, como tampoco de la decena de desapariciones de chicas en que estaría involucrado.
Y es aquí donde entra a jugar Jimmy, quien deberá hacerse amigo de Hall para obtener la prueba que lo incrimine. Una misión que lo hará enfrentar el lado más oscuro de un ser humano.
La cual se convierte en el intenso y peligroso eje de una trama que atrapa e impacta, gracias al preciso guión de Lehane y a la sólida e inmejorable actuación de cada uno de sus protagonistas.