Black mirror: la serie de culto volvió con una sexta temporada tan oscura como imperdible
Cinco capítulos componen el nuevo ciclo del espacio creado por Charlie Brooker, que llevan al espectador por intenso recorrido por el terror, el true crime y la ciencia ficción, en compañía de un destacado elenco.
La espera terminó. Black mirror finalmente está de vuelta a cuatro años de la emisión de su anterior entrega por Netflix, con una sexta temporada que complacerá a sus fanáticos.
Un ciclo compuesto de cinco capítulos que viene a complementar el camino iniciado por su creador, Charlie Brooker -en diciembre de 2011-, que ha llevado por un recorrido sorprendente.
El que ha transitado por temáticas marcadas por la distopía, el drama y la tecnología, que han dado vida a un trabajo antológico de emisiones memorables, como la titulada San Junipero.
Sin olvidar al ácido capítulo inicial de diciembre de ese 2011: The national anthem, que abrió las puertas a uno de los espacios más singulares de la pantalla chica de los últimos años.
El que ahora retorna al streaming con emisiones que vuelven a explorar en cómo la tecnología puede afectar las relaciones humanas, al mismo tiempo que sorprende con nuevas temáticas.
Los diferentes relatos del ciclo
Como en su quinto episodio marcado por el terror y un humor muy oscuro, que refresca todo lo conocido hasta ahora, a pesar de estar ambientado en las postrimerías de los años 70.
Sin embargo, el viaje por este nuevo ciclo comienza en el presente con Joan es horrible, donde nuevamente la tecnología trastoca la existencia de su protagonista Joan Tait (Annie Murphy).
La ejecutiva de Sonicle que descubre que ella y su existencia son la esencia de un show del servicio Streamberry -muy similar a Netflix (¡!)- donde una actriz (Salma Hayek) la representa.
Lo que expone sus experiencias diarias y hace que todos asuman que la ficticia y despiadada Joan de la pantalla, generada por inteligencia artificial, refleja su personalidad totalmente.
Para pasar a emisiones que se mueven por décadas pasadas, entre horror, drama y ética. Como Loch Henry, donde una pareja de documentalistas encara el pasado de un poblado escocés.
Un cierre que suple cualquier falencia
A la que sigue Beyond the sea, con dos astronautas de los 60 que siguen conectados a la Tierra y sus familias por medio de réplicas robóticas, hasta que un trágico hecho lo trastorna todo.
Una drama retrofuturista al que sigue Mazey Day, donde una fotógrafa, que vive de revelar los secretos de los famosos, se enfrenta a una famosa actriz y su verdadero yo.
Para cerrar el reencuentro con Black mirror y su montaña rusa de experiencias con el mejor relato de esta temporada: Demonio 79, donde una mujer encara una inusual misión.
Una “película de Red Mirror” en que la vendedora de zapatos Nida (Anjana Vasan) recibe la visita del demonio Gaap (Paapa Essiedu) y la tarea de evitar el apocalipsis.
En un final que suple las falencias de algunos de los anteriores relatos y un recorrido audiovisual que incluyó una computadora cuántica, el true crime, la intolerancia y buenas actuaciones.
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