Drew Barrymore se multiplica por dos en Cambio de papeles, la nueva comedia de Netflix
En la cinta dirigida por Jamie Babbit, la actriz interpreta el doble papel de una conflictiva estrella del cine y la colega que acepta hacerse pasar por ella en rehabilitación.
En el último tiempo, Drew Barrymore se ha enfocado en los roles de productora y anfitriona de talk show, dejando su faceta de actriz algo relegada tras la cancelación de la serie Santa Clarita diet. Sin embargo, en Cambio de papeles retoma sorpresivamente la actuación.
Una película que alcanzó a debutar en algunos cines de EE.UU. el pasado 11 de diciembre y que ahora llega a Netflix para su estreno mundial. Y en la cual Barrymore ejerce como productora ejecutiva e interpreta a dos personajes: Candy Black y Paula.
La primera es una actriz de comedias absurdas, con títulos como Pippi Bongstocking y BMX Blackout entre sus mayores éxitos, donde sus heroínas siempre sufren alguna caída y ella termina diciendo su famosa frase: “¡Golpéame donde duela!”.
Una particular estrella que al inicio del relato se conoce en uno de sus peores momentos. Cuando se dirige al tráiler que ocupa durante la filmación de su nueva cinta y, antes de encerrarse en él, profiere una gran grosería para su manager y asistentes.
Y mientras Candy se droga en su tráiler, en el estudio de filmación se encuentra Paula, quien ha sido por años su stand-in o doble de luces -que sustituye al actor para probar la iluminación y ubicaciones-, y ahora ayuda a preparar la escena con la coprotagonista.
Pero Black finalmente se hace presente para rodar bajo las órdenes de la directora Barbara Cox (Holland Taylor) y lo peor de su mal carácter se desata, luego que su contraparte en el filme, Jenna Jones (Ellie Kemper), la golpea con un pesado adorno por equivocación.
Cambio de personalidades
Un error que provoca la ira de Candy y que la malhumorada actriz termine hiriendo en un ojo a Jenna. Algo que la lleva al peor momento de su carrera y la obliga a recluirse en su mansión por cinco años. Pero un llamado de su manager cambia todo de improviso.
En este, su antiguo representante, llamado Louis (T.J. Miller), le comunica que por haber evadido impuestos ha sido condenada a rehabilitación. Pero Candy, que no está dispuesta a dejar su casa ni su afición por la carpintería, busca otra solución.
Es así como contacta a Paula y le propone que se haga pasar por ella en la terapia de recuperación. Sin otra cosa mejor que hacer, su antigua stand-in acepta la propuesta y el cambio de personalidad. Algo a lo que decidirá sacar provecho a costa de la vida de Candy.
Desde ese momento, Paula comienza a hacer apariciones como una renovada Candy Black, e incluso llega a echarla de su propia mansión y a seducir a su objeto amoroso, Steve (Michael Zegen), con quien mantenía una relación virtual hace ya un tiempo.
Y con esta confusión de vidas se va desarrollando la trama de la cinta dirigida por Jamie Babbit -realizadora de series como Silicon Valley, Girls y Russian doll-, que cuenta con un buen elenco, pero un guión que no muestra cariño por sus personajes.
Ya que logra lo que ninguna película consiguió hasta el momento: desteñir el encanto de Barrymore, ya que ni como Candy o Paula logra generar simpatía en el público. Algo inimaginable para la actriz detrás de Gertie, en E.T. el extraterrestre, o Josie, de Jamás besada.
Comentarios