Capitani: el misterio guía a la recomendable serie luxemburguesa de Netflix
En la nueva serie de suspenso de Netflix un oficial forastero debe investigar la muerte de una adolescente en extrañas circunstancias.
Un pueblo de Europa, un bosque y un hecho criminal. Tres elementos que ya han sido el eje de series nacidas en el Viejo Continente, que han llegado al mundo gracias a Netflix. Y que también son el eje de Capitani, la primera producción luxemburguesa de la plataforma.
El drama policial creado por Thierry Faber y cuyo capítulo inicial, de un total de 12 -de media hora de duración cada uno-, se inicia cuando en el bosque que rodea al poblado de Manderscheid, en el norte de Luxemburgo, se encuentra muerta a una adolescente.
Un descubrimiento que pone a todos los habitantes del lugar en alerta y hace llegar hasta ahí a Luc Capitani (Luc Schiltz), un oficial de la policía judicial que coincidentemente se encontraba cerca y a quien enviaron a investigar el caso a instancias de sus superiores.
De forma paralela, en una de las casas del pueblo, Nadine Kinsch (Claude De Demo) le pregunta a su segundo esposo, el profesor Rob Berens (Raoul Schlechter), por sus hijas mellizas, Jenny y Tanja Engel (ambas interpretadas por Jil Devresse).
Poco después se sabrá que la chica que apareció muerta en el Bosque de Dürer es Jenny, mientras Tanja se encuentra desaparecida. Dos noticias que hacen que Nadine tenga un colapso nervioso y la lleven al hospital, mientras Capitani comienza su investigación.
Una labor en la que contará con la ayuda de dos agentes de la policía local: Elsa Ley (Sophie Mousel), quien tras encontrar el cadáver persiguió a un extraño con pasamontañas que estaba en el sitio, sin poder atraparlo, y su compañero Joe Mores (Joe Dennenwald).
Un pueblo y su creciente misterio
Sin embargo, la labor del oficial no será fácil, ya que los habitantes del lugar no están muy dispuestos a colaborar. Lo que comprobó cuando la madre de las chicas no quiso hablar y se vio reafirmado con la actitud hostil del padre de ellas, Mick (Jules Werner).
Todo empeora cuando descubren que Rob, quien llevaba ocho años casado con Nadine, se ahorcó en la casa que compartía con ella y sus hijas, lo que da pie a especulaciones en torno a su participación en la muerte de Jenny y la desaparición de Tanja.
Pero no todo es lo que parece y con el paso de los capítulos se van sumando personajes y sospechosos, entre los que se cuentan el alcalde, un grupo del ejército asentado en el bosque y Usch (Luc Feit), un hombre con discapacidad intelectual que todos protegen.
Un tejido cargado de suspenso al que también se incorporan las relaciones personales de sus protagonistas. Como la de Elsa con el militar llamado Steve (Konstantin Rommelfangen) y el reencuentro de Capitani con la mujer que lo abandonó hace 15 años.
Lo que para este se suma a la hostilidad y oscuridad que se respira en Manderscheid, que hará más difícil la investigación del caso; mientras surge una red de intrigas, donde nada ni nadie es lo que parece, y todos se rigen por la regla del “bien mayor”.
Una mezcla de elementos que hacen de Capitani una bienvenida adición al catálogo de series de suspenso policial de Netflix, que permite al espectador entretenerse y sorprenderse, y conocer algo de las producciones audiovisuales de Luxemburgo.
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