Centinela: venganza y acción se combinan en la nueva cinta francesa de Netflix
La Chica Bond Olga Kurylenko protagoniza la película donde una soldado decide perseguir al hijo de un millonario ruso que habría atacado a su hermana.
Fue gracias a su papel de Chica Bond en Quantum of solace que Olga Kurylenko comenzó a hacerse de un nombre en el cine. Sin embargo, con el paso de los años, ha logrado roles más complejos, como su protagónico en la nueva cinta francesa de Netflix: Centinela.
Una película dirigida y escrita por Julien Leclerq, conocido ya por otras realizaciones de acción como Asalto (2010) y Lukas (2018), que presenta la historia de una soldado llamada Klara (Kurylenko), a quien conocemos cuando está en Medio Oriente.
En uno de sus territorios en conflicto, ella presta servicios como traductora para poder comunicarse con una mujer local y saber el paradero de su esposo. Un dato que logra obtener y lleva a su grupo militar hasta el hombre en cuestión y su pequeño hijo.
Sin embargo, ocurre una tragedia. El niño es usado por su padre como bomba ambulante, provocando la muerte de varios soldados franceses. Klara solo queda un poco herida, la envían de vuelta a Francia debido al trauma que le provocó el violento hecho.
Una vez en su natal Niza, en casa de su madre y hermana, la oficial se une al equipo de soldados conocido como Centinela, que vigila y protege a sus connacionales de amenazas terroristas. Pero el trauma que arrastra la hace caer en la adicción a la codeína.
Todo empeora luego de que con su hermana, Tania (Marilyn Lima), visitan una discoteca y esta última se separa de Klara y se va con un joven millonario ruso y sus amigos. Al día siguiente, a la muchacha la encuentran en una playa después de que la atacaran.
En busca de justicia a toda costa
En medio de la impotencia, Klara recibe grave información médica: su hermana está en coma por un edema cerebral y no hay mucho más que se pueda hacer. Poco después, la policía a cargo del caso le confirma que a la chica la golpearon y violaron.
Desde ese momento, la soldado comienza una frenética búsqueda por el culpable, que la lleva primero a Yvan Kadnikov (Andrey Gorlenko), el hijo de un importante hombre de negocios ruso que posee, al igual que su padre, inmunidad diplomática.
Pero Klara, amparada por su condición de Centinela y su entrenamiento militar, logra dar con la identidad del verdadero culpable e inicia un temerario y violento juego, donde no le importará poner en riesgo su propia vida al enfrentar a matones rusos.
Así, desde el trauma de la guerra la oficial de ejército pasa a una peor realidad en las calles de Niza, donde el dinero y el poder al parecer están por sobre la justicia. Aunque ella no descansará hasta ejercerla, derribando todos los protocolos con que fue entrenada.
Un recorrido que lleva al espectador desde el drama bélico de su primera escena, pasando por el trauma que enfrentan muchos soldados al dejar el frente de batalla, hasta la impotencia que deriva en varias escenas de acción, con disparos y peleas cuerpo a cuerpo.
Una mezcla de géneros y conflictos que otorga a Centinela un carácter particular, diferente a otras cintas de acción y suspenso. Donde además Olga Kurylenko pone a prueba su rango dramático, mientras empuña armas y, literalmente, patea varios traseros.
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