Ciberinfierno: el documental surcoreano que revela el lado más oscuro de las redes sociales
Choi Jin-seong es el director de la cinta que da a conocer el terrible caso de una red criminal de explotación sexual en línea, que funcionó entre 2018 y 2020 en Corea del Sur y tuvo entre sus víctimas a niñas y adolescentes.
Gracias a la ficción, las series y películas surcoreanas han cautivado al público de Netflix. El mismo grupo al que otra producción de Corea del Sur busca sorprender, pero con el lado más oscuro de la realidad: Ciberinfierno.
El documental que, subtitulado La investigación que destapó el horror, revela los increíbles detalles en torno a la red criminal de explotación sexual en línea que funcionó entre 2018 y 2020 en dicha nación de Asia del Este.
Un caso que tomó por asalto a la opinión pública surcoreana y que el documentalista Choi Jin-seong expone a través de una reveladora y en muchos momentos alarmante narración de casi dos horas de duración.
La que en sus segundos iniciales advierte que contiene recreaciones de imágenes perturbadoras relacionadas con adolescentes y que se han cambiado los nombres de las víctimas para proteger su identidad.
A lo que sigue la reconstrucción de cómo uno de los encargados de la red contactaba a chicas a través de Twitter y las obligaba a instalar en su teléfono Telegram, si querían evitar que revelara fotos comprometedoras.
Con lo que comenzaba una verdadera pesadilla para las perjudicadas, en su mayoría menores de edad, que se veían obligadas a subir imágenes y videos que eran vendidos por criptomonedas en la denominada Sala N.
Los figuras detrás de la investigación
En un relato documental que tiene como primer involucrado a Kim Wan, un periodista del diario El Hankyoreh de Seúl que a fines de 2019 recibió una orden de su trabajo de verificar un dato que llegó por correo electrónico.
Este se refería a un caso de pornografía infantil vía Telegram en el que estaría involucrado un estudiante secundario que tendría una de sala de chat con unos 9.000 miembros. Una información que decidió investigar.
Lo que se convirtió en el inicio de un trabajo periodístico al que se sumaría su colega Oh Yeon-seo y revelaría el nombre de un administrador de salas: Baksá, quien obligaba a sus víctimas a realizar misiones grotescas.
Pero el caso también llamó la atención de los equipos periodísticos de los canales JTBC y SBS, que también se involucraron en la investigación. Así salió a la luz el denominado Equipo Flama, conformado por noveles reporteras.
Quienes ya llevaban un tiempo tras el accionar de estas salas y fueron claves para descubrir otro grupo de explotación sexual encabezado por quien se hacía llamar GodGod. Aunque pasaría un tiempo para dar con su identidad.
Un paso final donde fue esencial el accionar policial y llevó a la cárcel a los culpables, revelando la cara más oscura de las redes sociales. Lo que convierte a Ciberinfierno en un documental que abre los ojos y despierta conciencias.
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