Desde que Élite llegó a Netflix hace un par de años, el subgénero del suspenso juvenil empezó a adquirir un vuelo que en las últimas semanas adquirió aún más fuerza con el estreno de títulos como Outer Banks, ¿Cuánto pesa la sangre? y, ahora, Control Z.

Esta última es una serie mexicana donde nuevamente una secundaria, el ficticio Colegio Nacional, es el escenario de una historia donde el misterio se complementa con otros conflictos adolescentes, como identidad sexual, bullying y uso de drogas.

Algo que en el caso de Sofía (Ana Valeria Becerril), la protagonista de esta serie, se centra en el trauma que arrastra desde que era niña, cuando su padre murió trágicamente. Esto la convirtió en una chica solitaria, que prefiere la compañía de la música a la de las personas.

Pero ella además posee una lógica y capacidad superior de deducción, que bien se podrían equiparar con las de Sherlock Holmes. Un “don” que deberá poner en práctica cuando en una reunión de todos los cursos de la escuela se expone una primera gran revelación.

Ante todos se exhibe un video sobre la chica más popular de la secundaria, Isabela (Zión Moreno, quien hasta el momento mantenía oculta su identidad de transgénero. Una cruel denuncia que es solo el primer paso del hacker que se hace llamar @_todostussecretos_ en redes sociales.

Un misterio para repetirse

Y, como en todo espacio juvenil que se precie, el chat de los celulares es un protagonista más de la historia y a través de éste, y su aparición en la esquina de la pantalla, es que se sabe lo que los estudiantes opinan de todo lo que ocurre a su alrededor.

En especial los de Sofi y el resto de los personajes claves de Control Z, entre los que se cuentan el recién llegado Javier (Michael Ronda), el líder de los abusadores, Gerry (Patricio Gallardo); la arribista Natalia (Macarena García) y el adinerado Raúl (Yankel Stevan).

Todos los que se alguna u otra forma serán víctimas de @_todostussecretos_, quien a lo largo de los capítulos del espacio -un total de ocho de casi media hora de duración cada uno-, se hace cada vez más presente, como también su fijación con Sofía.

Así, con ella tratando de revelar la identidad del hacker, mientras lidia con sus propios traumas y se atreve poco a poco a expresar sus sentimientos -como también varios de los otros protagonistas-, la serie va construyendo una rápida y entretenida trama.

Una que sin lugar a dudas está hecha para el público más joven, pero que atrapará a cualquiera que acceda a esta “prepa” mexicana; cuyo misterio, además, viene acompañado de una muy buena banda de sonido, que incluye desde Billie Eilish hasta la desaparecida banda inglesa Delta 5.

Y, a pesar de que muchos ya la califican como “la Élite mexicana”, Control Z posee su propia personalidad -marcada por muchos mexicanismos como “la neta” o la despectiva “pinche güey”- y con seguridad será vista en un maratón y, por qué no, varias veces.

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