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Cowboy Bebop: el famoso anime se transforma en una correcta serie en acción real

John Cho, Mustafa Shakir y Daniella Pineda son los encargados de revivir en pantalla a los cazarrecompensas del clásico espacio animado japonés, en una apuesta que rescata figuras y momentos ya conocidos, pero suma varios cambios.

Cowboy Bebop | Netflix

John Cho, Mustafa Shakir y Daniella Pineda son los encargados de revivir en pantalla a los cazarrecompensas del clásico espacio animado japonés, en una apuesta que rescata figuras y momentos ya conocidos, pero suma varios cambios.

El intento de llevar un anime a la acción real siempre es arriesgado, más en el caso de Netflix, que tiene entre sus tentativas anteriores a su poco lograda versión fílmica de Death Note (2017). Algo que con su adaptación de Cowboy Bebop era aún más osado.

Esto porque la serie animada original se convirtió no solo en un fenómeno en su natal Japón, sino que también en occidente -en especial en EE.UU. tras su llegada a Adult Swim-, gracias a su visualidad, el estilo de su relato, su música y sus carismáticos personajes.

Sin embargo, la plataforma decidió correr el riesgo, adquiriendo en 2018 los derechos de la serie en live action en que ya estaba trabajando Tomorrow Studios y que más tarde sumó a su equipo, en el papel de consultor, a Shinichiro Watanabe, el director del anime original.

Cowboy Bebop | Netflix

Una gran adición para un arriesgado proyecto que ahora llega al streaming con una primera temporada compuesta de 10 capítulos, de casi una hora de duración cada uno, que contrastan con los 30 a 40 minutos de las 26 emisiones del espacio animado clásico.

Y que tiene como su carta de presentación a la sesión -como se acostumbra denominar a los episodios del anime- titulada Cowboy Gospel, que introduce las versiones en carne y hueso de sus protagonistas: Spike Spiegel (John Cho) y Jet Black (Mustafa Shakir).

La aventura inicial

Cowboy Bebop | Netflix

Y lo hace en el momento en que ellos enfrentan una peligrosa incursión en su trabajo como cazarrecompensas que tiene como escenario un casino y donde nuevamente les cuesta un poco cumplir con la premisa de mantener viva a su “presa” para cobrar el millonario botín.

Una labor en la que Jet y Spike son socios hace un par de años y para la cual viajan a través del Sistema Solar en la nave del primero de ellos, la Bebop, recorriendo los planetas y satélites que la humanidad debió colonizar después del cataclismo que sufrió la Tierra.

Cowboy Bebop | Netflix

Sin embargo, hay un pequeño detalle que Spike no ha compartido hasta el momento con su colega: su pasado como matón para el sindicato criminal llamado Dragón Rojo, además de algunos detalles sobre porqué debió abandonar rápidamente dicha organización.

En un primer capítulo que además revive una de las aventuras iniciales del anime, cuando la pareja protagónica viaja a Nueva Tijuana para atrapar a Asimov Solensan (Jan Uddin), un criminal que busca un comprador para el cargamento de Red Eye que robó al sindicato.

Pero todavía falta la aparición de otro personaje clave: Faye Valentine (Daniella Pineda), la cazarrecompensas que sufre de amnesia tras estar criogenizada y pronto se asocia con el dúo principal. Aunque para la llegada del perro corgi Ein haya que esperar un poco más.

Los cambios y los elementos que se mantienen

Cowboy Bebop | Netflix

Un manejo que con otros es menos fiel al original. Así, Annie ahora es Ana (Tamara Tunie) y posee un club de jazz; Gren (Mason Alexander Park) cambió el saxofón por las coreografías, y Pierrot Le Fou (Josh Randall) le teme a los perros y no a los gatos.

Y si de cambios de trata, esta Cowboy Bebop profundiza bastante en los conflictos de sus protagonistas, ya sea en el papel de padre y ex esposo de Jet, además de su anterior ocupación como policía, y en que Faye todavía no pueda recordar nada de su pasado.

Además de Spike y su paso por Dragón Rojo, donde tuvo como compañero al desquiciado Vicious (Alex Hassell), quien ahora se convierte en el antagonista principal de la historia, además de la constante presencia de Julia (Elena Satine), el objeto amoroso de ambos.

En los giros que para los fanáticos más acérrimos del anime sean casi una herejía, pero que contribuyen a que la nueva serie tenga vida propia y no sea una mera copia de la fuente original, casi imposible de replicar por el ritmo singular que solo la animación puede lograr.

Lo que se mantiene igual, y se agradece, es la banda sonora de Yoko Kanno y las naves, portales espaciales y colonias planetarias que sirven de marco a las aventuras de Spike y compañía. Y sí, la cuarta pieza faltante del grupo realiza una pequeña y retrasada aparición.

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