Cecilia Roth vive un drama puertas adentro en el thriller de Netflix Crímenes de familia
Poco a poco se va armando el puzzle en este thriller de Netflix, donde se abordan problemas como la violencia de género y la corrupción en el sistema judicial,
Crímenes de familia es una más de esas películas que se vio afectada por la pandemia del coronavirus, que tiene los cines cerrados desde marzo pasado.
Este thriller del director argentino Sebastián Schindel tenía programado su estreno en las salas para mayo pasado, pero finalmente terminó por pasar directo al catálogo de Netflix.
Así, desde esta semana ya se puede ver en el servicio de streaming este drama basado en hechos reales, que protagoniza Cecilia Roth, quien interpreta a Alicia, una mujer de edad madura de en un acomodado barrio de Buenos Aires, donde pasa su tiempo tomando el té y practicando yoga con sus amigas.
En un refinado departamento de estilo clásico, vive con su esposo, Héctor (Miguel Ángel Solá), una empleada doméstica (Yanina Ávila) y Santi, el pequeño hijo de esta última.
Alicia y Héctor también son padres, de un hijo ya mayor, Daniel (Benjamín Amadeo), quien está en la cárcel tras intentar asesinar a su esposa, Marcela (Sofía Gala), con quien tiene un hijo.
Su situación judicial está afectando fuertemente a la familia, sobre todo a Alicia, quien se se preocupa sobre todo de que sus amistades de la clase alta y la prensa no se enteren de que su hijo está tras las rejas.
Por eso, la mujer hará todo lo que esté a su alcance para sacar a su hijo de la prisión, incluso si eso signifca poner en jaque su matrimonio.
Un calvario familiar
Aunque ese no es el único drama que vive puertas adentro este familia. Gladys, una chica semi analfabeta que llegó desde el campo y que vivió una infancia de abusos, también está sufriendo.
De su calvario nos vamos enterando poco a poco, en imágenes que la muestran entrando y saliendo con sangre del baño de la habitación de servicio.
El director también utiliza saltos temporales para ir revelando los dramas de esta familia, de los que además el espectador se entera a través de las declaraciones ante la justicia.
Así, casi sin sobresaltos y de manera contenida se va armando el puzzle de este thriller sicológico, que con una formalidad ejemplar aborda temas como la violencia de género, el debate sobre la interrupción del embarazo, la corrupción en el sistema judicial y la deshumanización dentro de las clases altas.
Un filme que cautiva sobre todo en la segunda parte del metraje, donde somos testigos del aprendizaje y crecimiento de Alicia y donde la trama toma un giro feminista, al resaltar las acciones que realizan las protagonistas por buscar la verdad.
Vale la pena ver Crímenes de familias, porque lleva a reflexionar sobre problemas que hoy enfrentan las mujeres y porque siempre es un lujo reencontarse en la pantalla con Cecilia Roth, quien vuelve a emocionar -por enénsima vez- con su actuación.
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