Hace tres años, poco después del estreno de la cinta danesa La culpa, se anunció que el actor estadounidense Jake Gyllenhaal y su productora Nine Stories compraron los derechos de esta aplaudida película para hacer un remake con el título de Culpable.
El cual llega hoy como uno de los títulos originales de Netflix para ofrecer una nueva mirada a la realización europea de 2018, donde Jakob Cedergren encarnó al agente Asger Holm, un policía al que relevan de su labor en las calles por un problema judicial.
Esto lo llevó a laborar por unos días en el servicio de emergencias telefónicas de la policía de Copenhague, donde recibió el llamado de una mujer que aseguraba que la llevaba por la fuerza a bordo de un auto y que transformó por completo su rutina policial y personal.
El mismo eje argumental que se replica en el filme estadounidense, donde a la capital europea la reemplazan por California en plena época de incendios forestales, haciendo que el humo se apodere de las calles y carreteras de la ciudad de la costa oeste de EE.UU.
Lugar donde vive y trabaja Joe Baylor, un agente de la policía que atiende los llamados de emergencia del número 911, después de momentáneamente lo alejaran de su labor habitual, tras participar en un caso que terminó con un grave hecho.
Así, mientras espera asistir a la corte para saber su destino en la fuerza policial, Joe recibe el llamado de una mujer que simula hablar con su hija para pedir ayuda. Su nombre es Emily (voz de Riley Keough) y habría sido llevada a la fuerza por su marido.
Entre una llamada y sus propios conflictos
Con dificultad, el policía logra conocer más datos sobre Emily y su situación. De esta forma descubre que ella estaría a bordo de la camioneta de su ex esposo, Henry (voz de Peter Sarsgaard), en la que la trasladan a a la fuerza por una carretera con nula visibilidad por el humo.
Además, vía computacional, Joe descubre los datos de la dirección de ella y el teléfono de su casa, al que llama y se comunica con su hija, Abby (voz de Christiana Montoya), una niña que le dice que solo quiere estar con su mamá y que está sola junto a su hermanito.
Todo esto va poniendo cada vez más tenso al protagonista, quien ya estaba preocupado por su futuro judicial y ahora lucha contra la impotencia de tener que ayudar a Emily y sus hijos con los pocos recursos que tiene desde un escritorio, con un teléfono como herramienta.
Esto lo lleva a efectuar una serie de llamados a distintas unidades de la policía para que, por un lado, vayan en busca de la camioneta en que Henry viaja con su ex mujer como cautiva, mientras otros colegas van a chequear cómo se encuentran sus hijos.
Al mismo tiempo que despliega todo su mal humor con los compañeros que tiene alrededor y se comunica con su ex esposa y su amigo y colega Rick (voz de Eli Goree), quien al día siguiente deberá hablar en su defensa ante el juez que verá su caso en el tribunal.
En la mirada hollywoodense a la cinta danesa, donde, bajo la dirección de Antoine Fuqua (El justiciero), Gyllenhaal tiene todo el peso protagónico del thriller; logrando sostener de buena manera el relato, aunque en sus momentos finales esté al filo de la sobreactuación.