Fue en enero de 2021 que, tras una década como proyecto, debutó finalmente Destino: la saga Winx, la versión en acción real que Netflix hizo del popular espacio animado infantil Club Winx.
El cual fue creado por el italiano Iginio Straffi y desde el ya lejano 2004 ha acompañado a distintas generaciones de niñas con las aventuras de sus mágicas y adolescentes protagonistas.
Las que llegaron al streaming en una serie que dejó de lado no solo la animación, sino que también la ingenuidad de sus personajes y ambientación original, para enfocarse en la fantasía más oscura.
La que, siguiendo el camino de otros programas como El mundo oculto de Sabrina, mezcló juventud, magia y suspenso, teniendo como escenario de sus seis episodios a la Escuela Alfea.
Los que tuvieron su inicio cuando la adolescente Bloom Peters (Abigail Cowen) llegó desde el “normal” EE.UU. al colegio del Otro Mundo, donde las hadas aprenden a sacarle partido a sus dones.
Un viaje que realizó tras descubrir que era un ser mágico -algo que había provocado varios conflictos- y que le permitió conocer a las compañeras de habitación que se convertirían en sus amigas.
Un nuevo peligro y renovados protagonismos
Las mismas Terra (Eliot Salt), Musa (Elisha Applebaum), Stella (Hannah van der Westhuysen) y Aisha (Precious Mustapha), que son sus principales alíadas en la nueva temporada.
La cual, compuesta de siete emisiones, se inicia poco después del fin del anterior ciclo, cuando la decidida Rosalind (Miranda Richardson) volvió a dirigir Altea tras eliminar a Farah (Eve Best).
Pero este no es el único cambio, ya que Andreas (Ken Duken), el padre de Sky (Danny Griffin), ahora entrena a los guerreros Especialistas, mientras Silva (Robert James-Collier) espera condena.
A lo que se suma la llegada a la escuela de Flora (Paulina Chávez), la prima de Terra, que será clave para combatir a los Raspadores, antiguas criaturas que provienen del Reino de la Oscuridad.
Las que están siendo usadas por un Brujo de Sangre para robar el poder de las hadas, teniendo como principal objetivo la Llama del Dragón, la enorme magia de las leyendas que posee Bloom.
El nuevo peligro al que se enfrentan las protagonistas de Destino: la saga Winx, mientras lidian con conflictos familiares y amorosos, sumando más de drama a su ya probada mezcla de fantasía y suspenso.