Desde su debut en 2015 en Francia, la serie ¡Llama a mi agente! se convirtió en un éxito entre la audiencia y la crítica, llevando a que fuera replicada en otras versiones como Detrás de cada estrella.
La producción surcoreana que se sumó a la turca Menajerimi ara y la británica Ten percent, mostrando una nueva mirada a la historia creada por Fanny Herrero sobre las vivencias de un grupo de representantes.
Los que desde su oficina en París, y en la ficción, se preocupaban de las carreras de estrellas del nivel de Cécile de France y Jean Reno, como el público latinoamericano apreció gracias a Netflix.
La misma plataforma que ahora permite conocer el entretenido espacio hecho en Corea del Sur, donde el centro de acción es Method Entertainment, que se ubica en Soul y dirige Wang Se-ja (Lee Hwang-ui).
Una agencia que maneja las principales figuras de la industria audiovisual coreana y que tiene entre sus funcionarios a Kim Jung-don (Seo Hyun-woo), uno de los agentes más experimentados.
El que a pesar de su trayectoria siempre enfrenta algún problema, como el relacionado con la famosa actriz Cho Yeo-jeong (Parásitos) y su abortada posibilidad de trabajar en una película en Hollywood.
Los problemas de Tae-oh y compañía
Lo que ocurre luego de que Jung-don recibe un mensaje de parte del equipo de Quentin Tarantino donde le avisan que el director ha decidido no contar con Cho para su nuevo filme por no ser joven.
A lo que se suma un problema mayor: el presidente Wang falleció en un viaje de placer a Brasil y la agencia quedó a la deriva, obligando a su equipo a mantenerla activa mientras la viuda trata de venderla.
Por lo que los empleados, entre los que también se cuentan el director Ma Tae-oh (Lee Seo-jin) y la resuelta agente Chun Jane (Kwak Sun-Young), deciden comprar Method Entertainment.
Sin embargo, los conflictos están lejos de desaparecer, ya que también se suma la llegada como asistente de la novata So Hyun-joo (Joo Hyun-young), que realmente es la hija ilegítima de Ma.
La cual conoce a Ko Eun-gyul (Shin Hyun-seung) y se siente muy atraída por él hasta que descubre que es hijo de Ma, mientras la empresa es blanco de una auditoría guiada por Lee Sang-uk (Noh Sang-hyun).
A lo que con el paso de los capítulos -12 en total- se van añadiendo otras complicaciones laborales con los actores que representan -verdaderas estrellas surcoreanas- y para los mismos agentes.
Todo lo que se va mostrando con la esperada mezcla de comedia y drama que necesita este tipo de relato, junto al notable desempeño de su elenco y la alta calidad técnica que acompaña a los k-dramas.