Su estreno original estaba fijado para enero pasado, pero finalmente Diario de un gigoló, la producción de Telemundo hecha en Argentina, debuta por Netflix con su mezcla de drama, suspenso y erotismo.
Una combinación que es la esencia de 10 episodios, creados por el trasandino Sebastián Ortega (El marginal) para el canal latino de Estados Unidos, pero que ahora llegan al público vía streaming.
Lo que, según medios como People en Español, se debe a que la mencionada señal de TV estaría reemplazando sus propias producciones por telenovelas turcas más populares entre el público.
Sea o no verdad, el caso es que la miniserie ahora forma parte de la oferta de Netflix con una historia atractiva, que tiene como su eje al no menos apuesto Emanuel Morillo (Jesús Castro).
A quien en la escena inicial se le ve siendo arrestado por la policía, ante la que en el interrogatorio reconoce que trabaja como gigoló bajo la guía de la galerista Minou Arias (Adriana Barraza).
Por lo que después de sufrir una infancia marcada por la pobreza y orfandad, ahora vive un buen pasar gracias a su trabajo como escort de acaudaladas clientas a las que ofrece compañía y placer.
La llegada de Julia a la vida de Emanuel
Una labor que lo tiene rodeado de lujos a cambio de seducción, pero que también lo encaminó a ser sospechoso de asesinato, como se empieza a conocer en un salto a seis meses atrás.
Cuando todo está a punto de modificarse en la existencia del protagonista. Lo que comienza a tejerse luego de que su clienta favorita, la adinerada Ana (Fabiola Campomanes), le pide una tarea especial.
La cual tiene relación con su hija Julia (Victoria White), una traumatizada estudiante de arte a la que su madre decide “ayudar” haciendo que Emanuel la seduzca, aunque sea ayuda médica la que necesita.
Ya que Ana cree que esto ayudará a Julia a que adquiera confianza y salga de su caparazón. Sin embargo, su plan sufre un cambio cuando el gigoló comienza a enamorarse de la joven.
Lo que provoca una reacción adversa en Ana, que además afronta un problema con su laboratorio, y en la endeudada Minou. Por lo que su amor por Julia deberá superar muchas barreras.
En especial un crimen con varias aristas, y sospechosos, como la cara de suspenso de una serie con alma de telenovela, con traumas, secretos y erotismo que por momentos se siente algo gratuito.