El término disomnia aúna a todos los trastornos relacionados con el dormir y es también el nombre de la nueva película que llega a Netflix, sumándose a otros largometrajes que tienen como eje los problemas derivados del mal sueño, como Insomnia y El maquinista.
Una apuesta original de la plataforma que dirige el canadiense Mark Raso (Kodachrome), quien además escribió el guión junto a su hermano Joseph, inspirándose en una idea original de Gregory Poirier que surgió tras preguntarse qué pasaría si nadie pudiese dormir.
Esto dio vida a un relato que tiene como protagonista a Jill (Gina Rodriguez), una veterana del ejército, viuda y en rehabilitación por adicción a los fármacos, que trabaja como guardia en el laboratorio de una universidad ubicada en una pequeña ciudad de Estados Unidos.
La cual va a buscar a sus hijos a la casa de su abuela paterna, quien se llama Doris (Frances Fisher) y tiene la custodia de sus nietos, para pasar ese día junto a ellos.
Pero cuando Jill lleva a la pequeña Matilda (Ariana Greenblatt) y al adolescente Noah (Lucius Hoyos) en su automóvil, este comienza a fallar al igual que el de todos a su alrededor.
Lo que provoca que su auto sea chocado y se hundan en un lago, recibiendo la ayuda del sheriff local. El mismo que tras rescatar a Matilda les explica que ya no hay electricidad en ningún lugar, lo que luego se suma a la caída de los satélites que orbitan la Tierra.
Pero algo más inusual afecta a las personas: nadie puede dormir. O casi nadie, ya que la pequeña Matilde sí puede conciliar el sueño, lo que provoca que los fieles de la iglesia a la que asiste su abuela vean a la niña como la indicada para su salvación.
Los peligros de la falta de sueño
Sin embargo, no son los únicos que tienen un cambio de comportamiento por la falta de sueño. Como explica un especialista, a las 48 horas sin dormir comienza la desorientación, para a los cinco a seis días tener alucinaciones, llegando finalmente a la etapa tres: histeria.
Todo lo que lleva a que Jill y sus hijos sean testigos del caos y la violencia que surge entre la población. Ante esto Matilda se convierte en la última posibilidad de hallar una cura para evitar la destrucción de la humanidad, por lo que su madre acepta que la investiguen.
Y es cuando se dirigen al centro científico dirigido por la Dra. Murphy (Jennifer Jason Leigh), una antigua conocida de Jill, que la madre, sus hijos y un reo que conocieron en el camino, deben sortear diferentes peligros, en especial su propio deterioro físico y mental.
Todo lo que sucede a lo largo de una hora y media del metraje de Disomnia, donde nunca se detiene la acción y riesgos, por lo que la película posee un imparable ritmo que mantiene en todo momento la atención. Si bien algunos pasajes de su guión están algo de más.
Como cuando la pequeña Matilde le pregunta a su hermano si tenía sexo con su antigua novia (¡¿?!), mientras el mundo se está desplomando a su alrededor, o Jill se empecina en que su hija aprenda a usar un arma, ante la mirada más que asustada de la niña.
Además de contar con actores y actrices de primera línea, como Jennifer Jason Leigh, Frances Fisher y Barry Pepper en roles demasiado acotados. Aunque finalmente Disomnia cumple con su principal meta: capturar la atención del espectador por 96 minutos.