Preparándose para la llegada de Halloween, en las últimas semanas Netflix viene estrenando una serie de películas ideales para ver esa noche terrorífica, como la italiana El vínculo o la aventura familiar Guía de una niñera para cazar monstruos. Una lista larga a la que ahora suma El cadáver.

Es es el título de la película que escribe y dirige Jarand Herdal y que lleva al espectador a un mundo post-apocalíptico, donde los habitantes de una ciudad intentan sobrevivir luego de un gran desastre nuclear.

Entre los sobrevivientes están una destacada actriz, Leonora (Gitte Witt), junto a su esposo, Jacob (Thomas Gullestad) y su pequeña hija Alice (Tuva Olivia Remman), quienes se refugian en un edificio en ruinas.

Pasan sus jornadas buscando algo para comer hasta que un día escuchan desde la calle la invitación a un espectáculo que ofrece entretención y también comida.

Para salir un poco de su rutina, Leonora y Jacob deciden ir con su hija al show del cautivante Mathias Vinterberg (Thorbjørn Harr), que se monta en un gran hotel.

Al llegar, los reciben con sirvientes y un banquete y luego les anuncian que comenzará la función.

Un espectáculo macabro

El espectáculo que presencian los protagonistas de El cadáver es uno inmersivo, en el que recorren los distintos rincones del hotel siendo testigos de diferentes escenas.

Para diferenciarse de los actores, a los espectadores les entregan unas máscaras doradas que deben usar durante toda la función.

Así, Leonora y su familia comienzan siguiendo a una misteriosa mujer llamada Rakel y pronto se van encontrando con situaciones escalofriantes y macabras, que no pueden distinguir sin son reales o actuadas.

Además, se dan cuenta de que los demás invitados ya no están y también desaparece su hija, comenzando una desesperada búsqueda por el lugar, que a ratos recuerda al tenebroso hotel del clásico de terror El resplandor.

Por cierto, terror no hay mucho en El cadáver, pero sí suspenso y la inquietud que provocan los diferentes personajes que van apareciendo por el hotel y, sobre todo, la ambientación.

Una historia que en otras fechas pasaría sin pena ni gloria por el catálogo de Netflix y que por estos días destacará como unos de esas películas para ver en la Noche de Brujas.

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