Después de haber hecho historia con La Casa de Papel, la actriz española Úrsula Corberó regresa a Netflix en otra serie: El cuerpo en llamas, donde deja muy atrás a los ladrones de El Profesor.
Además de confirmar que su rango dramático va mucho más allá de la mediática Tokyo y su rebeldía, para ahora ponerse bajo la piel de la protagonista del nuevo espacio limitado del servicio.
El que en sus ocho episodios conclusivos retorna a una de las temáticas más exitosas de la plataforma: el true crime, tomando como inspiración de su relato el crimen de la Guardia Urbana.
Un caso muy mediático que despertó las alarmas de la policía, la justicia y la opinión pública catalanas en 2017, tras la aparición de un cuerpo incinerado en un auto en el Pantano de Foix.
El sector a las afueras de Barcelona en que se halló el cadáver de Pedro Rodríguez, luego de poder identificarlo gracias a una prótesis de titanio que tenía desde hace poco en su espalda.
Un caso de homicidio que tuvo como condenados a Rosa Peral, la pareja de Rodríguez, y su amante Albert López, quienes eran agentes de la Guardia Urbana al igual que la víctima.
De la realidad a la pantalla
Los mismos nombres que pasan a la pantalla en la serie escrita por Laura Sarmiento, que logra atrapar desde un primer momento, tanto por el tema que trata como por su estilo narrativo.
El que juega con saltos temporales, sin confundir al espectador, para mostrar las distintas vivencias de sus protagonistas, aunque no profundice mucho en sus personalidades.
Y permite a Corberó demostrar su talento como Rosa, quien se presenta seductora, enigmática y contrariada, lejos de la caricatura de femme fatale en que podría haber caído.
La policía y madre de una pequeña niña que, tras divorciarse de su marido, se vio envuelta en un triángulo más bien tóxico, con Albert (Quim Gutiérrez) y Pedro (José Manuel Poga).
En el centro de una trama en que también involucra a los padres de ella, los colegas del trío protagónico y a los investigadores policiales a cargo de descubrir al verdadero/a asesino/a.
Último apartado donde es esencial la presencia de la detective Ester (una perfecta Eva Llorach), quien nunca deja de ver los matices del caso y los ribetes sexistas que envuelve.