Cinco episodios de cerca de 40 minutos que te mantienen en vilo. Así es El Diablo de Al Lado (The Devil Next Door, en su título original), miniserie documental de Netflix que presenta el polémico juicio a un abuelo ucraniano, avecindado en EE.UU., acusado de haber sido “Iván el Terrible”, un despiadado guardia del campo de concentración nazi de Treblinka.
Su nombre era John Demjanjuk, un inmigrante, padre y abuelo, trabajador ejemplar de una fábrica de automóviles, que vivía en un pueblo cercano a la ciudad de Cleveland, en el estado de Ohio. Todo era paz en su vida, hasta que a mediados de los años 80 es acusado de ser un famoso guardia de ese campo de exterminio.
Un juicio mediático
El gobierno estadounidense accedió a extraditar al sospechoso a Israel, donde comienza un juicio en su contra lleno de dudas y pocas certezas de lado y lado, y donde las emociones y la sed de venganza tomaron el lógico protagonismo para un pueblo que sufrió uno de los episodios más horrorosos de la historia de la humanidad.
La TV y la radio transmitieron en directo cada detalle de este caso, uno en que la defensa sostuvo que Demjanjuk era víctima de una confusión de identidad, mientras la fiscalía argumentaba que ese anciano era el feroz operador de la cámara de gases que mató a miles de judíos en Treblinka.
La mini serie presenta los hechos con celo y distancia, sin inclinaciones intencionadas. Una visión respetuosa y sobria que le entrega al espectador la responsabilidad de formarse una opinión y juzgar, de alguna manera, lo que está viendo, las pruebas, evidencias y testimonios de ambos lados.
Un documental que sigue la senda de otros exitosos sobre crímenes verdaderos, como Making a Murderer o The Staircase, y que puede resultar muy atrayente para los fanáticos de la historia y de los casos político-judiciales.