En mayo pasado, Zack Snyder concretó el debut de una cinta que había ideado hace 14 años: El ejército de los muertos, donde un grupo enfrentó a los zombis que infestaban Las Vegas. Un universo fílmico que ahora continúa su expansión con El ejército de los ladrones.
La precuela a la aventura protagonizada por Dave Bautista, donde Snyder mantiene el rol de productor e ideólogo de su historia, cediendo el sillón de director al realizador y actor alemán Matthias Schweighöfer, para que concrete un relato centrado en Ludwig Dieter.
El papel que justamente el mismo Schweighöfer encarnó en la cinta de no-muertos que debutó hace unos meses en Netflix y que, como experto en cajas fuertes, tuvo la misión de abrir la bóveda de un casino para sacar los millones de dólares que resguardaba.
Y aunque su destino como el de sus compañeros fue trágico, la nueva película rescata su figura, viajando unos años al pasado, cuando el germen zombi es ya un peligro latente en Estados Unidos y hace que los mercados y la sociedad mundial comiencen a preocuparse.
Días en que Dieter, cuando aún solía hacerse llamar Sebastian Schlencht-Wöhnert, trabaja como cajero en el banco de una tranquila localidad alemana, mientras realiza videos para Youtube sobre su pasión: las cajas fuertes, en especial las construidas por Hans Wagner.
El cerrajero de Munich que diseñó la serie del Anillo, inspirado en la tetralogía de óperas épicas de Richard Wagner –El anillo del nibelungo-, a las que bautizó Das Rheingold, Die Walküre o la Valkiria, la Sigfrido y la Götterdämmerung o El Ocaso de los Dioses.
En busca de las cajas fuertes por Europa
Y es por uno de esos videos que Sebastian llega a una singular competencia en Berlín, donde debe abrir en el menor tiempo posible varias cajas de seguridad. Lugar en que ve por primera vez a Gwendoline Starr (Nathalie Emmanuel), quien pronto cambiará su vida.
La atractiva inglesa que robó su primer reloj a los cinco años y a los 17 ya era buscada por la Interpol, y que lo invita a ser parte de la banda criminal también integrada por la hacker Korina (Ruby O. Fee), el chofer Rolph (Guz Khan) y el violento Brad (Stuart Martin).
Los que tienen como su siguiente y gran plan robar las tres primeras cajas diseñadas por Wagner, que se ubican en diferentes ciudades de Europa: París, Praga y St. Moritz; y cuyo dueño es Brad Tanaka, el millonario que detonó la acción de la cinta anterior.
Luego de dudar en aceptar la propuesta de ser quien abra dichas bóvedas, Sebastian se une al grupo, a pesar de su acostumbrado nerviosismo y simple personalidad. Pero todo queda atrás cuando se enfrenta a la primera de las cajas y puede abrirla fácilmente.
Al mismo tiempo que la Interpol, encabezada por el agente Delacroix (Jonathan Cohen) -quien sabe de los criminales y Hans Wagner-, los sigue de cerca, y el entrañable Sebastian comienza a enamorarse de Gwendoline a pesar de que ella sea novia de Brad.
Los diferentes ingredientes de la entretenida El ejército de los ladrones, una película que si bien forma parte del universo de El ejército de los muertos logra su propia identidad, gracias a su ritmo, el carisma de su elenco y al intrincado y fascinante mecanismo que esconde una caja fuerte.