El hijo bastardo y el mismísimo diablo: la serie juvenil de Netflix sobre magia y el complicado camino a la adultez
El espacio creado por Joe Barton se inspira en las novelas de Sally Green para mostrar la historia de Nathan, un adolescente británico que carga con el peso de ser el hijo del más temido Brujo de Sangre.
Las novelas para jóvenes adultos siguen siendo una gran fuente de inspiración para diferentes películas y series, como lo demuestra el debut en Netflix de El hijo bastardo y el mismísimo diablo.
La versión que la plataforma realiza del trabajo literario con la firma de la británica Sally Green, que comenzó con el libro El lado oscuro y se convirtió en trilogía con El lado salvaje y El lado perdido.
En el que se conoció la historia de Nathan Byrn, un joven inglés que vive en un mundo donde existen humanos y hechiceros. Pero él es especial, ya que es hijo de una Bruja Blanca y un Brujo Negro.
El relato de drama y fantasía que ahora se transforma en la apuesta de ocho capítulos creada por Joe Barton, el mismo detrás del thriller Giri/haji: deber/deshonor, también disponible en Netflix.
Un entretenido espacio que se inicia cuando Ceelia (Karen Connell) y Bjorn (Fehinti Balogun), quienes claramente tienen poderes, llegan a una casa en la campiña inglesa, mientras hablan del “hijo del lobo”.
La pesada carga de Nathan
Donde encuentran muerta a una mujer y a sus dos hijos abandonados, uno de ellos Nathan, el niño a quien se referían. Los cuales dejan con su abuela mientras le advierten que serán vigilados por el Consejo de Brujos.
La cual es Esmie (Kerry Fox) y le enseña a sus nietos sobre el mundo que los rodea. Donde existen Brujos de Sangre -los malos-, los de su especie o Fairborn -los buenos- y los fains, o humanos sin poderes.
Sin embargo, el niño no es igual a su abuela y hermana, como esta última le deja en claro contándole sobre el “monstruo” de su padre, a lo que se suman los controles mensuales que le hace Ceelia.
Pero Nathan (Jay Lycurgo) se desarrolla como un adolescente normal, que va al colegio y se siente muy atraído por su nueva compañera, Annalise (Nadia Parkes), aunque no debería estarlo.
Ya que, como ella misma le aclara, es una Fairborn, su padre Soul (Paul Ready) forma parte del Consejo y además es el líder de los cazadores que persiguen a los de Sangre y malvados como el padre de Nathan.
En busca de la mítica Mercury
Pero las cosas poco a poco se comienzan a poner más difíciles para el protagonista, ya que su propia media hermana, Jessica (Isobel Jesper Jones), no pierde la oportunidad de demostrarle cuánto lo odia.
A lo que se suma el hecho de que el hermano de Annalise trata de lastimarlo, lo que desencadena un ataque y la posterior llegada de parte del Consejo y su ejército para eliminarlo.
Sin embargo, uno de los miembros de este poderoso grupo tiene otro plan: entrenar a Nathan, ya que una profecía auguró que él podría ser el único que podría detener a su padre: Marcus (David Gyasi).
Pero el camino de sobrevivencia para el adolescente será largo y complicado, ya que morirá si no recibe la sangre de un familiar al cumplir 17 años -fecha que lo define como mago- y Soul oculta sus reales intenciones.
Por lo que la única salida para Nathan será hallar a la bruja Mercury (Róisín Murphy) en compañía de Annalise y el misterioso Gabriel (Emilien Vekemans), mientras los persigue Soul y parte del Consejo.
En el eje de una historia que es más que brujos y poderes, ya que también habla sobre el paso a la adultez y las complicaciones que éste encierra, y logra manejar bien la tensión para seducir al espectador.
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