A pesar de que ha demostrado su talento dramático en cintas como ¿Puedes perdonarme?, Melissa McCarthy es un símbolo de la comedia estadounidense. Un género que vuelve a visitar en El idiota preferido de Dios.
Donde deja de lado los largometrajes, retornando al apartado de las series en compañía de su esposo en la vida real, Ben Falcone, y socio creativo en anteriores proyectos en el papel de productor, guionista, director y actor.
Una última faceta que había desarrollado de una manera más bien secundaria, pero que cambia con el nuevo espacio serial para Netflix del que, además de ser ideólogo y productor ejecutivo, es protagonista.
Lo que realiza encarnando a Clark Thompson, el común empleado de una empresa de soporte técnico que, al estilo de títulos como Lucifer y Good Omens, se hace parte de la eterna lucha entre el cielo y el infierno.
El eterno combate entre el bien y el mal que se desarrolla a lo largo de los primeros ocho capítulos -de un total original de 16- que llegan al streaming para mostrar la aventura de Clark desde que le cae un rayo.
Un inusual hecho para un día despejado que al parecer solo lo deja con algo de estática. Sin embargo, su compañera de trabajo, y objeto amoroso, Amily (McCarthy), fue testigo de algo inusual: vio que el cuerpo de Clark brillaba.
El resplandor celestial de Clark
Lo que les cuenta a sus colegas y amigos Mohsin (Usman Ally), Wendy (Ana Scotney) y Tom (Chris Sandiford), pero estos piensan que es una alucinación de Amily por mezclar de nuevo tranquilizantes con alcohol.
Sin embargo, pronto se comprueba que ella decía la verdad: Clark puede resplandecer y además hace sonar la canción Sign of the times, de Harry Styles. Lo que se pone aún más extraño con la aparición de un ángel.
El que se llama Chamuel (Yanic Truesdale) y le cuenta a Clark y Amily que Dios lo eligió para ayudar al mundo y detener a Lucifer en su intento de recuperar el trono del cielo, debido a la simpleza y dulzura que posee.
Pero algo más cambia en su vida: concreta una relación con Amily, quien se convierte en su principal aliada en todo lo que viene. Ya que en su camino se interpondrán un pastor y otro peligroso demonio: Satanás (Leslie Bibb).
Al mismo tiempo que recibe el apoyo de su padre y sus amigos, además de algunas visitas de Dios (Magda Szubanski) en su forma femenina, sin olvidar que es objeto del amor y el odio del resto de sus compatriotas.
En el eje de una trama guiada por la comedia que hace de El idiota preferido de Dios una serie entretenida y fácil de ver, que tiene su fortaleza en el encanto de Falcone y cómo este logra aplacar la dureza del personaje de McCarthy.