El joven Wallander 2: el detective sueco retorna enfrentando una venganza
La versión veinteañera del famoso investigador creado por el novelista Henning Mankell vuelve a Netflix con un segundo ciclo de sus aventuras, subtitulado La sombra del asesino, donde la muerte de un muchacho reabre un caso del pasado.
Diez novelas, con la firma del sueco Henning Mankell, hicieron del inspector Kurt Wallander una figura indeleble de la literatura nórdica e inspiraron su paso a dos series en la década del 2000. Por lo que no fue extraño que retornara en El joven Wallander.
Lo que sí sorprendió a los seguidores de las aventuras del maduro y taciturno detective asentado en la costera Ystad, tanto en papel como en la pantalla, es que la producción de Netflix apostara por ambientar las aventuras del novato Kurt en el presente.
Un detalle que incomodó a algunos, pero no impidió que el espacio filmado en Suecia, hablado en inglés y con actores en su mayoría británicos, logrará llamar la atención del público con su primera temporada y lo involucrara por completo en un relato dividido en seis episodios.
El que en tenía como escenario la ciudad de Malmö, donde el veinteañero Kurt (Adam Pålsson) comenzó patrullando las calles para luego ascender a detective, ya que fue testigo directo de un homicidio en el barrio en que vivía, habitado por muchos inmigrantes.
Por lo que el Superintendente Hemberg (Richard Dillane) lo convirtió en su asistente principal, movido además por la sagacidad del novato policía, y comenzaron una investigación que ligó el caso a una poderosa familia de la ciudad, los Munck.
Un crimen de odio que terminó con un culpable, aunque el castigo para este no fue el esperado, y con Kurt impactado por la muerte de un Hemberg y decidido a dejar la policía. Sin embargo, en el inicio de la segunda temporada algunas cosas cambiaron.
Cuando el pasado busca venganza
Un ciclo subtituladoLa sombra del asesino, compuesto por seis episodios y donde Wallander se muda con Mona (Ellise Chappell) al centro de la ciudad y decide retornar a la policía, a pesar del trauma que le provocó la desaparición de su antiguo jefe.
Donde existe un nuevo superintendente, Samuel Osei (Tomiwa Edun), y Kurt tiene como primera misión acompañar a Frida Rask (Leanne Best) a investigar un atropello que indagó en un primer momento su amigo Reza Al-Rahman (Yasen Atour).
El que para la policía es más que un accidente atribuible a un conductor ebrio. Algo que bien sabe el público tras ver los minutos iniciales del espacio, cuando la víctima se reencontró con alguien en un club para luego ser embestido por un auto a toda velocidad.
Pronto se revela que era Anton Nyberg (Lewis Mackinnon) y algo más: su nombre real era Elias Fager y cuando era adolescente junto a su hermano Sören (Josef Davies), que ahora se hace llamar Vincent, mataron por venganza a un profesor de natación.
Pero el descubrimiento no ayuda mucho a dilucidar el crimen, menos cuando se sabe que el automóvil del atropello es parte de los que usan los policías encubiertos. Al mismo tiempo que se revelan detalles sobre el accionar y sentimientos de algunos colegas de Kurt.
En el inicio de una trama que va ofreciendo pistas, al mismo tiempo que lleva hacia varias calles sin salida. En una segunda temporada de El joven Wallander muy recomendable para los seguidores del buen suspenso policial, aquel que involucra, sorprende y entretiene.
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