Como “el primer thriller judicial de antología de la televisión italiana” se promocionó Il processo antes de su debut por Canale 5, en noviembre de 2019. Solo unos meses después, la producción llega a Netflix bajo el título de El juicio.
De esta forma, tras su adquisición para su catálogo original, el público fuera de las fronteras de Italia puede conocer la serie de suspenso que tiene como principal escenario las salas del Tribunal de Mantua, ciudad que se ubica al norte de Lombardía.
Esto porque El juicio revela el proceso legal que se desarrolla luego de que en uno de los canales citadinos se descubre un cadáver. Pronto se sabe que corresponde al de Angélica Petroni (Margherita Caviezel), una joven de 17 años a quien asesinaron brutalmente.
El caso pasa a manos de la fiscal Elena Guerra (Vittoria Puccini), quien es hija de un reconocido magistrado local y está evaluando la posibilidad de dejar por un tiempo su cargo para acompañar a su marido, Giovanni (Maurizio Lastrico), a Nueva York.
Sin embargo, este viaje queda pospuesto de manera indefinida, y además se pone en jaque su matrimonio, luego de que la fiscal descubre que posee un vínculo con la muchacha, que se relaciona con una decisión que tomó cuando solo tenía 18 años.
Luego, la narración del primero de los ocho capítulos de la serie lleva al espectador nueve meses después, cuando Linda (Camilla Filippi), la hija del importante empresario Gabriele Mónaco (Tommaso Ragno), está en la cárcel acusada de la muerte de la chica.
A ella se le acusa de haberla asesinado impulsada por los celos, al saber del amorío que la joven tenía desde hace ya un tiempo con su marido. Y será el implacable abogado Ruggero Barone (Francesco Scianna) quien se hará cargo de su defensa.
Entre lo judicial y el drama
Así, con Elena, Ruggero y Linda como los ejes del relato, el espacio va mostrando las diferentes etapas de la prosecución criminal, donde son claves tanto los alegatos frente al juez, como también la investigación por parte de la fiscalía y la defensa.
Pero El juicio va más allá y, de manera pausada, también va revelando las motivaciones y secretos en torno a los personajes principales, como también de quienes forman parte de sus vidas y su trabajo diario.
Esto otorga a la creación televisiva de Alessandro Fabbri todos los ingredientes para mantener al espectador muy interesado en su historia, a pesar de que por momentos el ritmo de algunos capítulos -que tienen una duración promedio de 50 minutos- decaiga.
Todo lo anterior se complementa con el buen nivel del elenco, donde sobresalen en sus roles antagónicos Vittoria Puccini y Francesco Scianna, y la fotografía de Benjamin Maier, que logra hace aún más bellos los antiguos palazzos y calles de Mantua.
Una mezcla gracias a la cual El juicio se equipara y al vez diferencia de famosas series policiales estadounidenses que plagan la pantalla, transformándose en una muy buena alternativa para ver durante un fin de semana.