El legado de Júpiter: la serie original de Netflix que mezcla drama y superhéroes
El espacio, que se convierte en el primer título para la plataforma con el sello de Millarworld, combina las vivencias de jóvenes y veteranos paladines.
En varias ocasiones Netflix ha llegado a acuerdos millonarios con figuras de la TV y el cine para que encabecen proyectos exclusivos. Algunos de los denominados “originales” a los que hoy se suma la serie El legado de Júpiter, marcando un nuevo hito para la plataforma.
Esto porque su estreno concreta la primera producción para el servicio de streaming con el sello de Millarworld, la editorial de cómics fundada por Mark Millar y que la empresa de entretenimiento compró en 2017, en la primera adquisición de este tipo de su historia.
Una sociedad que tuvo como primer fruto a la viñeta The magic order, la que finalmente no pudo convertirse en serie por la aparición de la pandemia, cediendo su lugar a un anterior trabajo del escocés para Millarworld: Jupiter’s legacy o El legado de Júpiter.
Una historieta que el escritor tras Kick-Ass y Kingsman había hecho junto al dibujante Frank Quitely, algunos años antes de que vendiera su Millarworld a Netflix, y para la que se inspiró en los hijos de estrellas de Hollywood que tratan de hacerse de un camino propio.
La idea que en el papel se convirtió en la historia de un grupo de jóvenes paladines que creció bajo la sombra de sus famosos padres superhéroes, a los que en algún momento deberán reemplazar en su tarea de defender a la Tierra de villanos cada vez más violentos.
Relato dividido en el tiempo
Una historia que hoy llega a la pantalla con en el nombre de El legado de Júpiter, con ocho capítulos que dividen su trama en dos relatos paralelos. Uno centrado en la actualidad, con el choque de generaciones que enfrentan sus protagonistas, y otro en el pasado, con el origen de los viejos superhéroes.
De esta manera, los primeros minutos del espacio introducen al espectador en un mundo donde los humanos comunes conviven con otros con súper poderes, entre los que se cuenta Utopian, también conocido como Sheldon “Shel” Sampson (Josh Duhamel).
Quien desde que sus hijos eran pequeños les recalcaba que debían usar sus habilidades extraordinarias solo para hacer el bien, sin dañar a nadie. Pero los consejos eran contrapuestos con las continuas ausencias en casa debido a su labor como paladín.
Algo que su esposa y madre de sus hijos, Grace (Leslie Bibb), alias Lady Liberty, manejó mejor, pero que no logró evitar que sus herederos crecieran con algunos traumas. En el caso de Brandon (Andrew Horton), o The Paragon, siempre dudando de sus capacidades.
Y en el de Chloe (Elena Kampouris) haciendo que la chica se alejara de la casa familiar, como también del grupo de superhéroes liderado por sus padres, conocido como The Union, dedicándose al modelaje y a apaciguar sus carencias con drogas y alcohol.
La dramática búsqueda de Sheldon
Pero de manera, en El legado de Júpiter paralela también se conoce el pasado de sus veteranos protagonistas, con el relato viajando poco antes de la crisis económica estadounidense de 1929, cuando la compañía de acero de la familia Sampson planea su expansión.
Sin embargo, la empresa manejada por Chester (Richard Blackburn) y sus hijos Walter (Ben Daniels) y Sheldon, sufre las consecuencias de la Gran Depresión y una inminente quiebra, llevando al primero de ellos a quitarse la vida saltando desde lo más alto de su edificio.
Luego de la tragedia, el menor de los Sampson, Shel, comienza a experimentar extrañas visiones, donde ve al fantasma de su padre y también un extraño molino. Lo que lleva a pensar a su novia, a Walter y a su mejor amigo, George (Matt Lanter), que quizás esté loco.
Pero sus “alucinaciones”, cómo se va revelando a lo largo del espacio, serán la clave para llegar a la extraña isla donde él y cinco personas más recibirán los súper poderes que cambiarán sus existencias y, un el futuro, también afectarán profundamente a sus familias.
Lo que permite a El legado de Júpiter mezclar la fantasía del mundo de los superhéroes con dramas familiares y humanos, haciendo de la serie una de las más singulares apuestas de la ficción audiovisual reciente. Que reafirma completamente el sello del trabajo de Millar.
El creador detrás de disfuncionales héroes, que además ha expuesto las debilidades y cuestionamientos morales de famosos personajes en cómics para Marvel, como en The Ultimates, la inspiración para la saga fílmica de The Avengers, y Old man Logan, la base de la cinta Logan.
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