En El Marginal 3 seguimos transitando en una especie de racconto por la historia de los hermanos Borges. En la temporada pasada conocimos cómo estos perversos delicuentes tomaron a punta de lanzas y cuchillos el liderazgo de un centro penitenciario. Si bien los fanáticos ya sabrán lo sangriento que fue todo aquello, les advertimos que esta tercera temporada hará que en tu pantalla chorreen litros de sangre.
Situada espacialmente un año antes del secuestro de Luna Lunatti (Maite Lanatta) y dos años después del motín de las palomas, en esta entrega se revela cómo se fueron gestando los entramados de corrupción y el tráfico de influencias al interior de San Onofre.
Pese que son peligrosos criminales para la sociedad, Marito Borges (Claudio Rissi) y su hermano “Diosito” (Nicolás Furtado) tienen bastante control sobre el poder judicial, por lo que su libertad será un beneficio que puede ser transado.
Estando en la cárcel es bastante difícil producir una importante suma de dinero, por lo que deberán ingeniárselas para reunir tal cifra que los deje libre. Aunque el mismo jefe del penal les tiene la solución perfecta. Antin (Gerardo Romano) les ofrece un suculento pago si protegen a un peculiar recién llegado.
Cristian “Moco” (Lorenzo Ferro), hijo de un poderoso empresario, llegará a San Onofre tras provocar un accidente en estado de ebriedad, resultando dos de sus mejores amigos fallecidos. Es encarcelado. Sin parecer importarle las consecuencias de su imprudente acto, “Moco” se deslumbrará con el universo que existe en el penal.
Con el nivel de poder que tienen los hermanos Borges sobre los reos, cuidar a su encargado no será una tarea tan difícil de cumplir. Lo complicado será lidiar con el genio del mimado chico.
Y como en El Marginal nada es color de rosas, este no será el único problema de los hermanos Borges, antiguas rencillas y venganzas aún no consumadas pondrán en riesgo su plan. ¿Lograrán mantener con vida a su protegido?
Volviendo al inicio
Si bien todavía no se dilucida qué es lo que ocurrió con el personaje del ex policía Miguel Palacios (Juan Minujin) -o Pastor Peña como fue bautizado en su misión encubierta-, esta temporada deja un final abierto que nos podría dar señas que en la próxima entrega por fin sabremos qué pasó con Pastor tras su fuga en el último capítulo de la primera temporada.