En poco tiempo ya se han estrenado dos temporadas de El Mundo Oculto de Sabrina y, para sus fanáticos, este viernes 24 se viene la tercera temporada en Netflix.
Es un imperdible, para quienes gustan de las aventuras, a veces sórdidas, entre el mundo terrenal y el infierno que vive esta bruja adolescente, una joven irreverente que en esta oportunidad se autoproclama reina del inframundo para salvar a su novio Nick Scratch, quien está en problemas (tal como finalizó la segunda temporada).
Para eso, pide ayuda a sus amigos -Harvey, Theo y Roz-, con quienes buscará la manera de salvar a su enamorado y, también, de lograr el equilibrio entre la Tierra, el Cielo y el Infierno. Algo que no le resulta tan fácil de entender en su caprichoso ímpetu.
Sabrina, una versión musical y lenta
A veces lenta y otras un poco obvia, esta nueva entrega de Roberto Aguirre-Sarcasa, se acerca mucho más a lo que ya se preveía en las temporadas anteriores: destinada a un público más juvenil y que gusta de los musicales estilo Disney.
Sí, porque en medio de escenas de fuego, monstruos e, incluso, asesinatos, de pronto aparecen canciones interpretadas por los protagonistas.
Así, en El Mundo Oculto de Sabrina 3 se puede ver a la bruja (en el rol Kiernan Shipka) bailando una canción como porrista de su colegio, o a sus amigos tocando batería y guitarra.
Todo, para amenizar el largo viaje al infierno que la bruja tendrá que hacer para lograr su cometido.
De hecho, en estos episodios no sólo tendrá que hacerse valer ante un posible golpe de Estado, sino también contradecir a su padre y luchar por mantener el aquelarre que compone su familia, el que está en riesgo de desaparecer entre el estrés y las mentiras.