Desde hace unos años, la crisis de los opioides en EE.UU. ha inspirado diferentes producciones para el streaming, siendo El negocio del dolor su última adición.
Ya que la película original de Netflix se suma a series como Medicina letal, de la misma plataforma, y Dopesick, de Hulu -acá Star+, para mostrar cómo surgió la epidemia adictiva.
Lo que estos dos últimos títulos realizan modificando hechos y nombres con fines dramáticos, y enfocados en Purdue Pharma, la farmaceútica de la familia Sackler, y su OxyContin.
El calmante que detonó la crisis que desde los años 90 ha provocado la dependencia de cientos de estadounidenses a los opioides legales. Aunque también hay otros culpables.
Como ahora lo revela la cinta dirigida por el británico David Yates (Harry Potter y la Orden del Fénix) que tiene como inspiración el libro de no ficción The hard sell, de Evan Hughes.
El drama se mezcla al humor más oscuro
La obra donde este periodista revela el oscuro accionar de John Kapoor, quien con su compañía Insys Therapeutics, y su fentanil en spray Subsys, también provocó adicciones y muertes.
Aunque en la pantalla desaparezca su nombre, el de su empresa farmaceútica o el de su opioide sintético, e incluso se cambie de escenario, pasando de Arizona a Florida.
Una decisión tomada para resguardar a los inocentes -como es de esperar- y reforzar el dramatismo de su versión de la historia, aunque también su mirada tenga mucho de ironía.
En una opción creativa que también incluye una mirada pseudo-documental -con sus protagonistas siendo entrevistados- y varias escenas marcadas por un humor muy oscuro.
La que por momentos recuerda a cintas El lobo de Wall Street, de Scorsese, o las comedias dramáticas, con visos históricos, de Adam McKay, pero no alcanza el nivel de estas.
Liza Drake guía la historia sobre Zanna
Ya que la confusión y una ironía mal enfocada empañan por momentos el atractivo innato de la historia, como también el talento de los actores que son parte de ella.
Partiendo por Emily Blunt, quien como Liza Drake guía la película desde que su precaria situación económica la lleva a aceptar la propuesta de trabajo de Chris Evans (Pete Brenner).
Así se suma a la decadente Zanna Therapeutics y se convierte de inmediato en representante de ventas de su droga Lonafen, con la misión de lograr que un médico la recete.
Algo que parece imposible en sus primeros intentos, pero logra con creces, convirtiéndose en la salvadora de la empresa de Jack Neel (Andy Garcia), que pronto factura millones.
Todo gracias a los pocos escrúpulos de los doctores, que hacen vista ciega ante la clara adicción a la que están llevando sus pacientes, mientras Drake y sus colegas se llenan los bolsillos.
Aunque en esta mirada de la historia, la protagonista obtenga algo de redención al mostrar que detrás de su ambición también existe una hija con una grave enfermedad.